1.- "Somos los que somos, no lo podemos cambiar"

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Mi nombre es Zac, soy un niño con apenas unos años, 7 para ser exactos, Madre es Kimbra, La hembra alfa de la manada, todas las otras madres siempre están con ella haciéndole todo tipo de preguntas, he escuchado que la hacen llamar "Luz de Sol" por lo cálida y amable que es con todos, Mi padre es Isaskar, El líder de la manada, nadie nunca desobedece a sus ordenes, es un hombre serio y estricto, mamá dice que es de esa forma para mantener el orden, él también tiene un ápodo, "Luz de luna", ya que a pesar de ser frío, siempre nos guía por el camino correcto aunque estemos hundidos en la obscuridad, el es un héroe para mis amigos, pero para mi solo es papá, ya que, casi nunca está conmigo, Papá nos llevó hasta unas nuevas praderas llenas de mucha pastura que comer y demasiados árboles frutales, así no tendríamos que viajar nunca más, sin embargo, no muy lejos de nuestro nuevo hogar, viven seres diferentes a nosotros, seres pequeños y frágiles, a los cuales anhelaba conocer.

~He dicho que no Zac...

~Pero papá, Todos mis amigos irán a ver, no quiero quedarme atrás... Mamá, dile que me deje ir, por favor

~Cariño, es peligroso explorar nuevos lugares sin compañía de alguien como tu padre ¿qué harás su algo sale mal Zac?

~Por favor, confíen en mi, Papá me ha enseñado bien, ¡seré un líder como el!

~¿Tus le has enseñado a decir eso Kimbra? Es lógico, tu me conoces mejor que nadie...

-Mi padre suspiró con algo de desconfianza, pero aún así hizo una seña con la mano que me indicaba que podía ir, El punto débil de Papá era ser idolatrado por su primogénito hijo-

~¿estás seguro Isaskar? ¿Y si tienen problemas?

-Mencionó mi madre mientras se acercaba a el para abrazarlo, sabía que ir a explorar era peligroso en muchos sentidos, Osos, lobos, y pumas eran nuestros principales enemigos, pero por lo que el viejo Hick, el minotauro mas longevo de la manada, ésta zona estaba fuera de esos peligros-

~Tranquila Kimbra, Zac es un niño maduro, sabrá que hacer para evadir el peligro y guiar a sus amigos de nuevo a casa... Además... Les cuidaré desde lejos

~Tienes razón, después de todo es hijo tuyo, jamás perdería su camino

-Por otra parte, yo ya me encontraba cabalgando hacía los horizontes junto a mis 4 amigos, estábamos realmente emocionados de lo que encontraríamos, ¿ardillas o castores? Nunca habíamos visto alguno, pero los adultos decían que eran graciosos, varios kilómetros después, encontramos algún tipo de poblado, observamos desde los arbustos, y notamos como habían extrañas criaturas que andaban en solo dos patas, mis amigos se asquearon sólo de verlos, pero a mi, me tenían maravillados, ¿cómo hacían para mantener el equilibro? Seguro era algo muy difícil, el sol comenzaba a ocultarse, señal de que era hora de partir, en nuestro camino de regreso, nos encontramos con uno de esos seres, parecía ser una chica, era pequeña, se cabello rizado y marrón, ella parecía amigable pero, después el caos se hizo presente-

~¡Aaaah! ¡Corre Zac!

~¡Es uno de esos monstruos, corran!

Zac Vámonos!

~¡Que repugnante! ¡vamos Zac!

-estaba seguro de que esos gritos de desprecio la aterrarían, o peor, la lastimarían si por accidente la pisaban con sus pezuñas, les di la orden de huir, sin embargo en nuestra retirada, giré mi cabeza para mirar hacía atrás, notando como aquella niña lloraba mientras nos veía escapar-

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2017 ⏰

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