Madrugada

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El inspector Joe estaba agotado, acababan de cerrar un caso de secuestro que les había costado semanas, y era hora de dormir. A las 4 de la mañana, el teléfono sonó. No podía creerlo, ¿Quién podría llamar a esta hora? Se levantó de mala gana y cogió el teléfono.

- Hola, siento llamar a esta hora, tenemos un problema. Acabamos de encontrar el cuerpo de una chica en la calle Reymond, dentro de una caja con billetes y  porexpan - habló la voz al otro lado del teléfono.

- Voy para allá - respondió el inspector, comprometido con su deber.

Al llegar allí vio a un gran grupo de gente, indignada. Gritaban, llevaban pancartas que decían: "¿Cuándo harán algo?", "No miren hacia otro lado" "Ya van siete".

¿Siete? Los policías no lograban comprender a que se refería la señora de la pancarta. Sin prestar mucha atemciom a esta, se dirigieron a la escena del crimen. Era realmente espeluznante. Parecía una chica de unos veinticuatro años y llevaba un vestido rojo. Parecía haber salido de fiesta, aunque se le acabó pronto. Le habían cortado las manos, y tenía moratones cerca del ojo. ¿Quien sería capaz de hacer algo así? Los allí presentes no podían creer el hallazgo. 

- ¿Qué sabemos? - preguntó Joe, mirando la escena del crimen sin pestañear.
- No hay huellas, no han dejado rastro alguno -  respondió un miembro de la policía científica.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2017 ⏰

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