Sus ojos curiosos se encontraron, quedando atrapados el uno con el otro sin la intención de separarse, lamentablemente, se vieron obligados cuando el profesor llamó su atención, entrando en la sala de la clase de detención, en la cual solo eran ellos dos.
MingHao había entrado a el baño de mujeres por error y SoonYoung metió diversos tipos de bichos en el bolso de la maestra de Química.
El rostro de mayor de la sala era atemorizante, te dejaba quieto, sin la oportunidad de siquiera respirar. Pero todos sabían que siempre salía debido a "asuntos pendientes" con la profesora de Matemáticas, y eso les daba ventaja.
Nunca antes se habían visto, pero sabían perfectamente con solo ver la forma de vestir del adverso. Hoshi era perteneciente al equipo de Basquetball de la escuela y usaba una chaqueta que te lo dejaba muy en claro, mientras que MingHao a ningún club escolar, por lo que pertenecía a la clase de los "Normales", los que no tienen otro propósito en particular que no sea sacar buenas calificaciones dentro de la institución. El más alto entre ellos 2 estaba sentado en la parte de atrás, dándole una perfecta vista de–ante sus ojos–su tan linda espalda, cubierta por un suéter color rosa que contrastaba perfectamente con su piel color canela. Aunque solo había visto su rostro un par de segundos, sabía que era hermoso como todo su ser.
Pero MingHao estaba en otra situación. Le era imposible voltear a verlo, se avergonzaría al instante, como siempre que le interesaba alguien, su cuerpo temblaba ligeramente ante la sensación de tener los ojos ajenos sobre su espalda, analizando cada detalle minuciosamente, tras unos cuantos suspiros, se atrevió a mirarle por aunque sea un muy corto tiempo.
Nuevamente sus miradas fueron entrelazadas, a la par que un enorme y adorable sonrojo hacía acto de presencia en las mejillas del menor, avergonzado, bajó la mirada sentándose de manera correcta en el asiento de plástico. SoonYoung nunca antes había visto a alguien tan hermoso, con unos ojos tan malditamente brillantes. Se lamentaba no haberlo conocido antes, posiblemente, por la química que sintió en aquellas simples miradas, ya hubieran entablado algo más que una simple amistad, si saben a lo que me refiero. Tras varios minutos que parecieron horas, el profesor salió de la sala, no sin antes de darles-en especial al azabache, ya que sabía que Hao era tranquilo-una mirada amenazadora, la cual fue ignorada al instante, ya que el mayor se levantó para posteriormente sentarse en el banco que estaba al lado del castaño.
Con una mirada curiosa, le dio una sonrisa tranquilizadora, pero lo único que consiguió fue poner a MingHao más nervioso que antes, sin embargo, mantuvo la mirada, quedando atrapado en esta hasta que su dulce voz le sacó de su burbuja.
—"¿Eres nuevo?"—La pregunta se le hizo demasiado normal, ya que él tampoco le había visto, solo había oído escuchar de él anteriormente. Lentamente negó con su cabeza, relamiéndose los labios con nerviosismo.— "¿Enserio?, ¿Cómo fue que nunca noté a una persona tan hermosa como tú?"— Sus directas palabras causaron que el delicado rostro de MingHao ardiera a horrores, sin embargo ninguna de sus palabras tuvieron algún toque de mentira.—"No eres alguien de muchas palabras, ¿Verdad?"—Su suave sonrisa le hizo sentirse más confiado, simplemente alcanzó a asentir con la cabeza, avergonzándose ante su tan inmaduro actuar.
—"Nunca suelo hablar con alguien que no sean los profesores..."— Definitivamente, era el hombre con el que siempre había soñado. Su dulce voz tenía un dialecto diferente que le encantaba, indicando que era extranjero. Tan tierno.
—"Qué desperdicio... Tu voz es preciosa... "—Abultó sus labios, formando un puchero que quedaría grabado en la memoria de MingHao de por vida. Pasó la palma de sus manos por la tela de el pantalón escolar, limpiando el sudor que empezaba a aparecer en estas por los nervios. El mayor no pareció notar esto, y que se había quedado embobado con su hermoso rostro. Todo en él parecía realmente interesante, desde la forma de su nariz, tan redondita, hasta esos apetecibles labios rojizos, los cuales estaban entreabiertos. La mente de SoonYoung empezó a crear imágenes de el probando aquellos seguramente dulces labios.
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Detention classroom [H8shi]
Short StoryMingHao había entrado al baño de mujeres por error. SoonYoung había metido bichos vivos al bolso de la Maestra de Química. Ninguno de los dos se arrepintió de lo que hizo. La sala de detención se llenó de un aura rosa. Bc i really love this shipp :"...