.Flor de invierno.

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«Mi cuerpo otoñal cae como una hoja muerta sobre la cama,
una flor de primavera deshace su tristeza en mí. 
Quiere florecer
y yo sólo la marchito»


[MÍ Y TI]


Cuando Taehyung se vuelve al presente tras recordar el pasado, es un invierno cálido y confuso, en el que la estabilidad y el equilibrio se han perdido y su esmerada cordura se desvanece. En una noche cálida y extraña como esa, un chico riega flores primaverales con naturalidad y un hombre que extraña el otoño se pone a recitar:

» Sin pesares, el cuerpo ligero se extiende al cielo; abre su mirada hacia él y, tierno, se eleva...»

—No, así no.

» El cuerpo se siente ligero y sin pesares, y dirige su mirada hacia el cielo que se abre frente a él...»

—Qué pesar, qué pena— canturrea el joven—. Mi flor no produce oxígeno para que usted lo desperdicie escribiendo tales cosas. Mis orquídeas mueren al escucharlo y mis rositas quieren suicidarse. ¿No le parece, acaso, un suceso lamentable?

Una gélida brisa ingresa por la ventana entreabierta y roza los pies desnudos de Taehyung. Es la primera señal que el invierno le ha enviado en toda la calurosa noche. Se incorpora en busca de calor. Desde su cama, recorre con la mirada el dormitorio oscuro en el cual sólo tres figuras se pueden divisar: yo, el chico y las flores. Piensa en las tres vidas que ocupan un solo espacio y le resulta algo muy bonito. Deja que este hecho le cubra como un manto y vuelve a acostarse. Ya no necesita calor.

—No puedo escribir— declara el escritor.

—Y mis flores no pueden florecer—se burla Jimin— ¿Se da cuenta de lo absurdo que suena eso? Escribir es su trabajo y corregir su basura es el mío. Apresúrese y piense en algo.

—No puedo pensar.

"Ni piidi pinsir"—repite con voz infantil. Acaricia los pétalos de su flor y suspira. Añade, con desprecio—: Escritor inútil.

Un pequeño sollozo se escucha y el silencio se extiende. El chico arranca su flor y abandona la terraza. Ingresa al dormitorio y, en oscuridad, localiza los ojos de Taehyung. Brillan muchísimo, miran el techo y se puede percibir en ellos una frialdad entrañable. Sabe que tiene qué hacer, sabe lo que su cuerpo desprenderá y cómo las cosas acabarán. En la oscuridad, sabe de sí mismo y lo que siente con claridad, y es algo que no puede controlar.

Así que Jimin dice cosas dulces.

—Usted no es un inútil—declara, y le regala una sonrisa bonita—. Escriba el desastre más grande de todos y yo lo convertiré en algo precioso. Usted es Dios, sus escritos son la creación y yo un hombre que aún no cae en malicia. Escriba y yo le daré un sentido a sus sentimientos, Taehyung.

Pero Taehyung es agrio.

El escritor inútil no responde. Jimin se tumba a un lado de la cama, completamente desnudo, y se abre como los pétalos de una flor madura. Una vitalidad abrumadora invade el dormitorio. Ahora hay cuatro cosas con vida en la habitación, piensa Taehyung: yo, el joven, su flor y su lujuria. Piensa en estos cuatro hechos y suspira. La luz de la luna se cuela por la ventana e intensifica la lujuria del joven. Luce marchita, deteriorada, como el cuerpo que reposa a su lado.

Flor de invierno | vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora