{Vhope} ; Until the end of your life

Prólogo: Antes de él 🌱.

Castennea*, 500 años antes de la actualidad, el joven príncipe del pueblo hechicero trajo a escondidas a la humana de la cual se había enamorado profundamente, incrédulo, quería mostrarle parte de su mundo, su verdadero ser, ignorando los peligros a los que la arrastraría. Por su parte, la joven no dudó en acompañarle, ilusionada con encontrar bellezas que sólo creía posible en sus sueños. 

En el transcurso de su camino fueron interceptados por malvados secuaces del gran brujo, quienes veían en aquella doncella la debilidad del joven próximo a reinar y un puntapié inicial a su venganza por el destierro de su pueblo a una cueva en lo más recóndito del bosque. 

Con la furia en el alma y desobediendo las ordenes de su padre, el príncipe va en rescate de su amada, pasando por alto las advertencias de los sabios, quienes visualizaban como la vida de aquél joven corría peligro sin que algo pudieran hacer. 

Estando con la joven en sus manos, los brujos trataron de negociar con él: "nos entregarás tus poderes a cambio de esta sucia humana y harás que nuestro clan reine como siempre lo han merecido". Desesperanzado, el príncipe rechaza la absurda oferta; el honor de su familia no sería vendido por culpa de su error. Con las armas en sus manos se enfrentó como pudo en un uno contra todos, derramando hasta la ultima gota de sudor, sangre y lágrimas para rescatar a aquella joven que, por su culpa, habría tenido que sufrir los más grandes horrores en manos de esa monstruosa gente.

Y a pesar de tanto luchar, el odio de los brujos triunfó. Un grito de dolor resonó en la cueva, la joven doncella arrastró su débil cuerpo hasta el inerte de su amado, y lloró, lloró hasta que las lágrimas se fundieron con su sangre, y fue ahí, como ambos amantes se volvieron eternos con a raíz del odio y la venganza. 

Esta historia continua rondando por entre las casas de los Castenneanos, dándole una razón de peso al tratado que hoy rigen el mundo humano y el mágico. A través de portales los habitantes de esta tierra visitan el mundo como lo conocemos, mas no pueden establecer lazos amorosos y/o familiares con nosotros, pues los humanos, al ser débiles, corren un gran peligro al estar del otro lado del portal, así como los seres mágicos pueden llegar a perder sus poderes si llegasen a desobedecer las reglas, despojándoles de su memoria y siendo enviados al mundo humano. 

~ 👽 ~

— ¡Inaceptable! — Exclamó mientras apuntaba con fiereza a los responsables, el Dios JiYong en medio de la reunión de clanes. — La ley más importante del código es no formar vínculos amorosos o familiares con los humanos, ¡por tanto es una falta grave!

— Pero Señor, él es muy joven aún para hacerle eso, no puede desterrarlo sin sus poderes. —Decía Jinan, madre de quien era juzgado en ese momento y actual segunda al mando del clan de los hechiceros. - Ha traído muchas cosas buenas a este mundo con su talento, ¿quiere arriesgar todo por lo que se ha trabajado hasta ahora?

— Debe hacerse cargo de sus errores, señora, y debo decir que es muy decepcionante. —Replicó, dirigiendo su mirada al joven en cuestión. — Kim Baekhyun, del linaje de hechiceros Kim, ¿no ha tenido suficiente tu familia con concebir a un senani* que debes causarle esto?

— ¡Lo siento, señor! Admito que he cometido un gran error, mas le ruego no se dirija de esa forma hacia mi hermano, él no tiene nada que ver en esto. —Mencionó con la cabeza inclinada hacia abajo, en gran señal de arrepentimiento.

Todos en la sala sabían quiénes eran los hechiceros Kim, todos en Castennea sabían quiénes eran, el linaje de oro, Taekyu y Jinan, marido y mujer y su talentoso hijo, Kim Baekhyun, todos se sentían orgullosos de ellos y aclamaban el prodigioso hijo que habían engendrado, otras veces recordaban a el "senani" de la familia, Kim Taehyung, quien era visto como un ser sin alma, al no poseer magia. Las malas lenguas dicen que lo trajeron del mundo de los humanos, otros que la familia ha sido maldecida por los errores de sus antepasados, otros simplemente los juzgan en silencio porque sí.