Return (Misterio de Anubis fanfic)

01.- Reencuentro.

                                                              Capítulo 1: Reencuentro.

Nina arrastró su maleta sobre el camino a la universidad, dónde todos se reencontrarían. No podía ocultar su felicidad, había pasado un año sin ver a sus amigos, al club Sibuna, a Fabian. Una mano cubrió el brazo de Nina y la detuvo, giró la cabeza lentamente para mirar a quien detenía su paso.

— ¿Nina?— La voz pertenecía a quién había sido su enemiga por tanto tiempo, a quién había atacado tras el último misterio resuelto.

— ¡Joy!— Nina abrazó fuertemente a Joy, recordando lo pálida que su piel había lucido tras salvar a Fabian de aquel poder que la máscara de Anubis le otorgaba a la Elegida.

— ¡Haz regresado, Fabian se pondrá tan contento!

—Lo sé, he estado tan lejos en el último año, los extrañé tanto. ¿Cómo les fue salvando al mundo?

—Fue todo tan raro. — Joy sonrió y caminó al lado de Nina— Victor se fue con la piedra de Ra.

— ¿Qué?— Aunque había estado lejos, sabía lo que la piedra de Ra era.

—La llevó para protegerla de quienes querían utilizarla para completar la pirámide de Ra. — Joy fingió una sonrisa, esmerándose por ocultar su tristeza. — Victor se fue de la Casa de Anubis.

—Victor hará un gran trabajo. —Nina le sonrió, tratando de animarla y caminaron en silencio por el resto de la trayectoria a la universidad.

El ritmo cardiaco de Nina se fue acelerando conforme la universidad se iba haciendo más grande, cada vez estaba más cerca. Un poco antes de llegar al edificio, Joy corrió hacia los brazos de Jerome, quien la abrazó dulcemente para después darle un beso. ¿Cómo sería el reencuentro con Fabian? ¿Él le sonreiría y la abrazaría para después besarla, o ella correría para ser cubierta por los brazos de Fabian?

Nina se detuvo en seco de pronto, al parecer no sería ninguna de las dos opciones. Los labios por los que había deseado ser besada y los brazos por los que había querido ser estrechada, estaban sobre Mara. Un ligero sentimiento de traición y decepción se extendió por todo el cuerpo de Nina. ¿Acaso se había ido lo suficiente para ser olvidada?

Por suerte, no tuvo que seguir viéndolos, ya que alguien corrió hacia ella y la abrazó sin darle tiempo de notar quien era. — ¡Nina!—Gritó Patricia. — ¡Regresaste!

Fabian se separó de Mara para voltear a ver hacia la dirección de Patricia, dónde se quedó perplejo. Nina se repuso de lo que recién veía y abrazó a Patricia. —Lo hice, después de todo éste tiempo. —Le sonrió. —Me alegra saber que al menos tu y Joy no me olvidaron, Patricia.

—Nadie te ha olvidado aquí, Nina...

—Muchas gracias, y no me gustaría despedirme, pero tengo que ver un par de cosas, ¿está bien?— Le dijo. —Ya regreso, quiero verlos a todos.

—O a los que hemos quedado...—Susurró Patricia. Nina incapaz de oír, caminó hacia su destino. Fabian no podía dejar de mirar a Nina, ella lo había ignorado, ni siquiera había volteado a verlo. Lo más probable era que ella lo habría olvidado. —Oye, Fabian. —Mara pasó la mano frente a los ojos de Fabian. — ¿Qué sucede?

— ¿Lo viste?—Fabian miró completamente anonadado a Mara. —Nina regresó.

—Fabian... —Mara poco a poco sintió el peligro de que el viejo amor de Fabian hubiese regresado.

—Es sólo que...es mi amiga, la mejor—Él dirigió la vista de nuevo a la trayectoria que Nina había recorrido antes de desaparecer. —Yo... regreso ahora, ¿sí?

—Pero, Fab...

Antes de poder terminar la frase, Fabian ya había corrido hacia donde Nina.

— ¡Nina!— Gritó, y ella no pudo fingir no haber escuchado. Se giró lentamente y lo miró acercarse. —Hey... —Nina no trató de disimular que no estaba alegre de verlo, era difícil cuando lo recordabas besando a alguien más.

—Regresaste, pero...—Frunció el ceño levemente. — ¿Cómo?

—Bueno...—Nina acomodó su mochila sobre el hombro. —Si no te agrada mi regreso no tienes que ser tan obvio. —Se dio la vuelta y siguió caminando, Fabian caminó más rápido para poder alcanzarla.

— ¿Qué?, ¡Pero Nina!—Fabián corrió detrás de ella. — ¿De qué hablas? Yo hablo sobre...

Nina se giró rápidamente, eufórica y a punto de estallar por la insistencia de Fabian—Tal vez deberías ir con Mara— Tratando de no sonar tan ruda, Nina señaló el fondo del pasillo dónde se encontraba Mara, de pie. —Ella te espera.

—Nina... — Pero era demasiado tarde, Nina caminó en sentido contrario de dónde él se encontraba.