Capítulo 20

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Un beso es solo un beso, sólo tiene la importancia que tú quieras darle. Puede no significar nada... o puede cambiarlo todo. 

Ashley

-Te recogió a las dos de la mañana con su moto, te llevó a un bosque solamente para hablar mientras mirabais las estrellas y ni siquiera intentó nada. Ese chico está pillado de verdad.- me dijo Lena.- Sin embargo, entiendo que no estés segura de lo que hacer... Piensas que un chico como él es incapaz de comprometerse, ¿verdad?

Lena acababa de decir todo lo que no había sido capaz de decir en voz alta en todo este tiempo. Por algo era mi mejor amiga.

-No es eso, pero sí.

-Mira Ashley.- siguió.- A él lo conozco muy poco pero te conozco a ti, y sé que si tú no quieres dar un paso hacia delante junto a él, no lo darás; si lo haces será porque realmente lo deseas. También sé que puede que sea bueno dejarte llevar por una vez en la vida y ver lo que viene sin pensarlo demasiado.

Alguien golpeó la puerta interrumpiendo nuestra conversación.

-Faltan 4 horas para la fiesta, ¿Qué hacéis sin haber comenzado a prepararos todavía?- bromeó Roger entrando por la puerta.

-Muy gracioso Roger, que tú necesites 4 horas y 20 estilistas para estar presentable no quiere decir que nosotras también lo necesitemos. Si eso era lo más interesante que tenías para decirnos te invito a que te marches.- dijo secamente Lena.

-¿Alguien se ha levantado con el pie equivocado?

-Déjame en paz.

Roger tenía razón, Lena había estado enfurruñada lo que llevábamos del día pero preferí esperar a que me dijese la razón y no insistir. Si no me había dicho nada quizá sería que no estuviese preparada para hablar de ello todavía, y menos si no estábamos a solas.

******************

El tiempo pasó volando y para cuando me di cuenta estábamos entrando por la puerta de la casa (o mansión) donde se celebraba la fiesta. ¿El dueño se llamaba Carlos o era Ana? Si había aprendido una cosa es que aquí daba igual quién organizase la fiesta, te invitabas a ti misma. Probablemente fuera por ello que la banda de Danel no faltase a ninguna. 

Me comenzaba a sentir más cómoda en los ambientes de fiesta , quizá eso de que puedes llegar a cogerle el gusto a cualquier cosa con la práctica era cierto. Había terminado los exámenes y los trabajos por una temporada, no sé si sería por las ganas y el nerviosismo de ver a Danel o por la relajación que eso mismo también me transmitía pero en seguida comencé a disfrutar de la noche. Quería que fuese una noche para recordar.

-Pero mira con quién me vuelvo a encontrar.

Me di la vuelta, su cara me resultó familiar pero no sabía donde lo había visto. Se me acercó más de la cuenta casi pegando su cara a la mía.

-¿Quién eres?- pregunté dando un paso hacia atrás.

-La camisa es bonita, pero tú lo eres más.

No podía creerlo se trataba de el tío que había visto al hacer compras el primer día. Ese mismo niñato que no me dejaba en paz en la tienda. No me molesté en responder, me di la vuelta y fui en busca de alguien conocido. Entonces fue cuando mis ojos dieron con Danel y todos los problemas dejaron de importar. Me sonrió y le sonreí, le aguanté la mirada como si se tratase de un juego, una competición.

-Estás preciosas.- me susurró cuando se me acercó y no pude evitar sonrojarme. De hecho, el haber bebido me hizo ponerme más roja, mi cara debería de parecer un tomate. - Definitivamente veo que has querido comenzar la fiesta incluso antes de que yo llegara. ¿Cuántas cervezas has bebido ya?- dijo riéndose al ver mi vaso lleno.

-Tres y un chupito.

-¿En serio?- preguntó.- Te sube muy rápido a la cabeza. Podría beber el doble y estaría mucho más consciente que tú.

No lo dijo como si fuese un reto pero fue en lo que se convirtió. Lo arrastré a la barra y pidió tres chupitos bebiéndolos de golpe. Reí y nos dirigimos los dos juntos a la pista de baile. A la esquina de la pista estaba el tío de la tienda, no paraba de mirarme y estaba empezando a molestarme. Además el alcohol me hacía sentirme más incómoda.

-¿Quién es ese?- me preguntó Danel dirigiendo su mirada hacia él al darse cuenta que no paraba de mirarme.-¿Te está molestando?

-Sí, no, no sé.- contesté.

Me apretó más a su cuerpo pero seguía notando la mirada y no podía relajarme. ¿Por qué un imbécil como aquel me tenía que arruinar la noche? ¿No era capaz de ver que ya estaba con otro chico? ¿Necesitaba que le diese más señales para que supiese que no estaba interesado en él?

-Bésame.- le dije sin pensarlo a Danel sabiendo al momento que aquel era un error.-Por favor.

-No creo que porque quieras probarle que no estás interesada tengas que...-intentó disuadirme.

-Solo es un beso.- Ya no hablaba con el corazón y mis sentimientos, sino con la cabeza que comenzaba a estar nublada por el alcohol.- Por favor.

Agachó la cabeza acercándose. Al parecer Danel me iba a besar, ¿Acababa de decir que solo sería un beso?

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2017 ⏰

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