Entrando a la casa de los lobos.

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Reconocida como la bruja mas inteligente de mi generación, jefa del departamento de Aurores y heroína del mundo mágico. 


-. Pff,  si claro - pensé.

Estoy en la calle con una maleta, despues que encontré a mi novio Ron Weasley engañándome con Lavender Brown, y en mi propia cama.

Maldigo la hora que decidí vender mi departamento para irme a vivir con ese imbécil, ahora no tengo un lugar al cual ir.

En esta ocasión no había llorado,  a demás que mi orgullo no me lo permitía, hacia tiempo que sabia que las cosas se habían enfriado entre Ron y yo.

Simplemente no eramos compatibles,  pero aun asi no dejaba de dolerme, habiamos sido amigos por muchos años y mantuvimos la ilusión de estar enamorados un tiempo, hasta que nos dimos cuenta de nuestra equivocación.

Peleabamos constantemente, no era un novio romántico como esperaba y cuando hacíamos el amor no me satisfacia, física e intelectualmente no nos compenetrabamos.

Pero tampoco trato de justificarlo, se que ambos tuvimos culpa, pero bien pud. terminar la relación de manera correcta y despues acostarse con Lavender si quería.

Comienza a llover, por las prisas o el coraje deje mi bolso con mi dinero y tarjetas, seria tonto volver por ella.

Me debato entre aparecerme en casa de Ginny, pero no quiero molestarla, ni a Harry, aunque tampoco me agrada pensar en que me interrogara hasta saber la verdad y por el momento no quiero contar como es que pusieron los cuernos.

De pronto alguien me habla y cuando giró veo a Fred con una mirada de preocupación.

-. ¿Hermione que haces en la calle con una maleta, sin paraguas y asi vestida?.

-. Bueno, sali a pasear y deje mi dinero en casa.

-. ¿Saliste a pasear con una maleta?.

-. Si, supongo.

-. Ummm... Ven a casa, te servire algo caliente, se nota que tienes frío.

-. No hace falta Fred,  yo tengo que ir a un lugar a...

-. No me mientas, no te preocupes no voy a interrogarte,  pero acepta venir a casa conmigo por favor, me gustaría cuidar de ti.

Me conmueve la preocupación de Fred, siempre ha sido de esa forma conmigo, tan dulce.

-. Esta bien, vamos.-

dije tratando de sonreír.

Caballerosamente cargo mi maleta, y se quito su abrigo para dármelo.

Llegamos a su departamento, es la primera vez que estoy aquí y puedo notar que les ha ido bien con sus tiendas de bromas, es un lugar elegante y espacioso, entramos y me ofrece sentarme, mientras me prepara un chocolate caliente.

-. ¿George no esta, en casa? .

-. No, aunque no debe tardar en llegar, últimamente tenemos mucho trabajo con la apertura de la nueva tienda.

Entre el Sol y la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora