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Después de que Juvia se había desmayado, Gray insistió en llevársela a su casa porque se sentía culpable de que ella hubiera perdido el conocimiento y quería hacerse cargo. Lucy había intentado detenerlo diciéndole que ya estaban en la casa de ella y no era necesario cometer tal tontería de llevársela a otro lugar. Pero Gray la había ignorado olímpicamente.

Cuando Lucy había regresado al salón, ya todos estaban vestidos con sus respectivas ropas así que ella terminó de ponerse las suyas también. Con solo cuatro personas, y después de haberse ido la cumplimentada, el juego no tendría mucho sentido; aunque era consciente que los ánimos habían bajado después de que Natsu se había negado a cumplir el reto con ella.

Cerró los ojos con frustración, aún le dolía recordar aquello.

Imitando a sus amigos, cogió una bolsa de la cocina y empezó a recoger un poco el basurero que habían dejado todos regado por el salón. Cuando creyó haber terminado se dirigió a la cocina seguida por Levy.

—Buena fiesta, Lu, y espero que Gray se viole a Juvia. —Dijo Levy guiñándole un ojo.

—¿Sabes? —Comentó Lucy en un ataque de sinceridad. —Quería que esta fiesta fuera inolvidable para nosotros porque al fin habrían roces y besos..., pero Juvia se desmaya, y a ti nunca te cocó nada interesante con Gajeel.

Levy se echó a reír a carcajadas.

—No te preocupes por mí, y Gray y Juvia tendrán un momento muy interesante si ella se despierta. Y ni qué decir de Jellal y Erza, esos dos como que aún no terminan.

Lucy sonrió asintiendo con la cabeza. Después de todo las cosas no habían salido mal, tampoco habían resultado como ella hubiera deseado, pero por el momento no podía decir si terminaron mejor o peor.

—Y tú y Natsu...

—No vayas por ahí. —La cortó.

—Lu...

—No Levy, por culpa de eso me siento un poco mierda y no quiero que me digas estupideces optimistas.

—Pero vamos a ver, ¿enserio hubieras querido acostarte con él? ¿Así? ¿Nada más? —Preguntó sin esperar respuesta—. ¿Por qué crees que pienso que Jellal y Erza ya habían tenido algo antes?, porque ninguno de los dos se opuso por un momento. Fue decirles que follaran y enseguida lo hicieron. Con un poco de timidez, pero lo hicieron.

—Eso es porque se quieren y siempre lo han deseado, probablemente. ¿O tú hubieras protestado si te hubiera tocado despeinarte con Gajeel? —Necesitaba escuchar opiniones para dejar de sentirse tan mal.

—Obvi... amente no lo sé, probablemente sí o probablemente no. —Se sirvió una copa de vino rápidamente—. Mmm adoro esto. —Dijo mirando el líquido borgoña—. Y bueno, como te decía, yo creo que el que tú y Natsu no hubieran cumplido el reto, estuvo bien por el momento.

Lucy resopló. 

—Me dio a entender que como era yo, no lo cumpliría. Que a mí no me tocaría. Que no le gusto. —Un sollozo se escapó de sus labios y le quitó la botella de vino a Levy para beber directamente de la boquilla.

La peliazul iba a decir algo pero Natsu y Gajeel entraron a la cocina con dos bolsas de basura. Fijó su mirada en el pelirrosa que miraba a Lucy entre cabreo y arrepentimiento. Esos dos tenían que hablar.

Despegó la botella de la boca de Lucy y le dio un beso en la mejilla para despedirse.

—¿Te quedas aquí?

—Eso creo, a la dueña se la llevaron y no puedo dejar a los dos tortolitos encerrados.

—Ay por Dios, ¿los vas a interrumpir?

Plan erótico ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora