Los portadores de sueños [PAUSADA]

Capitulo 6

Lucía

Una lengua empieza a lamerme la cara y empujando a una mata de pelo, consigo quitarme a Dagor de encima.

-           -  Fuera – le digo mientras me desperezo.

Un nuevo día comienza detrás de la ventana, y  lo primero que pienso es en Matt pero por desgracia toca a primera biología, bajando las escaleras me encuentro con mi hermano que en vez de darme los buenos días me dice:

-            - Ayer hable con la chica de tu sueño.

-            - ¿Laura? – vamos hacia la cocina y saludamos a Molly y Arturo.

-            - Si.

-            - ¿Y qué tal?

-            - Pues yo diría que me aborrece…

-            - ¡Ya empiezan a rechazarte las chicas! ¿eh? – Digo en tono de burla.

-            - Lo dices tú, que te comías al profesor con los ojos

-            - Calla.

      Preguntamos donde se ha metido mi hermana pequeña pero parece que ya ha ido al colegio así que nos damos cuenta de que llegamos tarde, no nos da tiempo a desayunar y salimos rápido de casa.

Cuando por fin llegamos al instituto ya han entrado todos los alumnos y llegamos tarde a clase de biología, así que la profesora nos hace quedarnos después del recreo, la clase se hace pesada pero me quedo empanada pensando que después de esta hora tan horrible me toca con Matt… puede que me este volviendo loca, cosa que no me extrañaría, pero no puedo evitar pensar en sus ojos de color caramelo.

Cuando la pesada profesora sale por la puerta, me levanto y voy hacia la parte trasera de la habitación, donde mi hermano intenta sin ningún resultado hablar con la chica.

-           -  Black a tu sitio. – la voz de Mathew suena justo detrás mío, me doy la vuelta y lo primero que veo es un profesor de matemáticas un tanto enfadado que tiene los brazos cruzados delante del pecho, que desgraciadamente está cubierto por una camiseta.

El profesor está parado a menos de un paso de mí. Retrocedo un poco y maldiciendo interiormente paso a su lado y voy hasta mi sitio.

Resoplo mientras el profesor se sienta delante mío.

La clase sigue sin parar y el profesor empieza su ronda de interrogación, para ver quien ha pillado el concepto básico del tema.

De vez en cuando Mathew se levanta para escribir algo en la pizarra pero al momento se sienta y me mira con reproche mientras explica no sé qué ejercicio de no sé qué pagina.

Apoyo mi cara en la palma de la mano mientras intento escuchar, aburrida. Empiezo a pensar sobre mis sueños, hoy en bastante tiempo no he soñado nada, y gracias a dios estoy más despierta que nunca.

-            - Lucía – mi compañera que está más cerca me susurra y yo salgo de mi mundo para ver a Mathew que sentado justo delante de mí, me mira con el ceño demasiado fruncido, un poco más y se le sale la ceja.

-            - Lucía, ¿te importaría decirme el resultado del ejercicio 12? – su voz grave me recorre entera.

Balbuceo algo y busco en mi mesa el libro, y me quedo muy quieta cuando reparo en que está en la mochila.

-            - ¿Y tú libro? – se levanta y bordea su mesa hasta que está justo a mi lado.

-            - Me lo he olvidado en casa… – miento, ojala no lo vea.

Con un movimiento muy brusco coge mi mochila y la abre, cogiendo el único libro que queda dentro: el de Matemáticas.

Lo sostiene al lado de su rostro y sonríe maliciosamente, dándole aires de estar enfadado.

-            - Esta tarde a las cuatro – me deja el libro en la mesa y lo abre, dejándolo a la primera en la pagina que estamos viendo – castigada por mentirme.

Me callo pese a querer insultarle de todas las formas posibles, y notando como me avergüenzo al escuchar que los de clase se ríen, me encojo en mi asiento, como cada vez que tengo a Matt cerca.

-            - ¡Callad! – el profesor brama y por primer vez en toda mi vida tengo verdadero miedo de él, se ha puerto tan tenso que parece un militar – haced todos los ejercicios de la pagina 23, y para mañana los cinco primeros de la 25.

Se pasa una mano por el pelo rubio resoplando mientras vuelve a su mesa. Se sienta y yo, con los ojos demasiado abiertos por la sorpresa, aparto la mirada en cuanto ve que lo observo y me pongo a hacer ejercicios de matemáticas con ganas, tantas que casi consigo ignorar al profesor, que delante de mí, o dando vueltas por la clase, parece acaparar toda mi atención.

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Agradeceriamos vuestros comentarios con vuestra opinion sobre la novela.

Besos de Elena y Cova(: