Angel no angel

Capítulo único

*Narrado por Alberto*

Me tumbé en la cama exhausto despuésde todo el día caminando. Cualquiera que me escuchase hablarpensaría que soy un viejo. Era mi segundo día en el viaje de fin decurso. Por fin había podido visitar el país que tanto interés mecausaba. Cerré los ojos a punto de quedarme dormido pero entonces oíagua caer. Qué está pasando? Ah sí, estaba compartiendo habitacióncon mi mejor amigo, Ángel, que en estos momentos se estaba dando unaducha.

Aunque mis ojos se cerraban y casi todomi cuerpo estaba paralizado por el sueño, había una parte de mi quese levantó en cuanto me imaginé a Ángel desnudo dejando correr porsu piel el mismo gel que minutos antes yo había utilizado.

No es la primera vez que sentía queesa parte se levantaba al pensar en Ángel, no sé por qué motivo.Admito que lo quiero pero no con un sentimiento tan fuerte.

Escuché como se cerraba el grifo de laducha e intenté taparme como pude. Se abrió la puerta del cuarto debaño casi al instante. Es imposible que en tan poco tiempo sehubiese vestido. Rápidamente lo confirmé cuando le vi con la toallasujeta por la cintura.

-Se me ha olvidado coger el pijama-dijoÁngel.

-Jejeje- respondí rápidamente porqueno me veía capaz de responder algo más elaborado, mi mente estabaen otras partes.

Ángel aún con el pelo mojado se dejócaer sobre la cama y a mi todavía no se me había pasado elcalentón. De repente Ángel se me acercó al oído y me dijo:

-No creas que no me he dado cuenta.

Me ruboricé en cuanto sentí la brisade sus palabras tan cerca de mí. ¿Qué a dicho? No le prestéatención, así que preferí no contestar directamente. Cuando me ibaa atrever a preguntar que es lo que había dicho, Ángel se colocóencima mía.

-Deja que te ayude a bajar eso, nopodrás hacerlo tu solo.

Estaba en shock, no podía creer lo queestaba a punto de ocurrir. Ante la amenaza de Ángel decidí rendirmeal placer. Ángel me quitó los calzoncillos, poco a poco un calorempezó a inundar mi cuerpo, cuando él tenía mi polla entre susmano yo ya estaba totalmente entregado. Fue gentil al principio perocuanto más gemía más fuerte la movía. Me dio vergüenza la rapidez conla que me corrí.

Le miré avergonzado pero él teníauna sonrisa pícara en su rostro. Me di cuenta que su nombre no hacíahonor a lo que él realmente era.

Pensé que ya todo había terminadopero Ángel se levantó, fue al cuarto de baño y volvió con un boteque mas tarde descubriría que era lubricante.

-Ahora me toca disfrutar a mí.

Sin avisar subió mis piernas hacia micadera, dejando mi trasero a su alcancé. En uno de sus gestosapasionados su toalla había terminado en el suelo. Entonces descubríque tenia vagina, pero menos da una piedra, que te pega en la frentey te conviertes en un unicornio.