Pequeñas historias

1-EL DUEÑO DE MI CASA

Eran las doce de la noche, el cielo estaba oscuro y el viento corria frio.  Era un viernes y andar sola por la calle era un peligro, y lo sabia.  No sería la primera vez que me encontraba con alguien que se habia pasado bebiendo,  pero era lo que me tocaba,  quedar con mis "amigas" para ir a la discoteca en la hora de menores donde los echaban a las once y  esperabamos a sus padres hasta las doce.  Y claro,  yo siempre esperaba a que todas se fueran para que pensaran que me iba con alguien,  cuando en realidad tenia que irme sola ya que mis padres trabajaban de noche. 
La calle estaba iluminada por una farola cada 100 metros.  No era la calle más iluminada de la ciudad pero tenia que ir por ahí si queria llegar a casa cuanto antes. 
Por fin llegó a casa y como me esperaba no habia nadie,  encendí la luz de la entrada y subí las escaleras hasta mi habitación.  Me puse los auriculares y me puse la música.  A las dos me quede dormida sobre las sábanas. 
Eran las 5 de la mañana y escuche pasos,  me di la vuelta en la cama pensando que eran mi madre q llegaba más o menos a esa hora.  Y entonces eschuce un murmullo,  dejé de pensar que era mi madre cuando esos murmullos se convirtieron en palabras que provenían de una voz masculina y desconocida.  Abrí los ojos y miré a mi alrededor,  no había nadie.  Baje a la planta baja y no había nadie,  ni mi madre ni mi padre ni nadie.  Pero volví a escuchar pasos y voces a mi alrededor: vete de aquí,  este no es tu sitio.
No podia comprender de q iba todo eso pero si era una broma no tenia ninguna gracia.
Volvi a subir a mi habitacion y cuando entré vi a alguien en la cama.  Estaba sentado con la espalda recta y me miraba fijamente.  Tenía la piel palida y el pelo corto y negro.  Los ojos tambien eran negros y la ropa que llevaba de un azul cielo.
- Vete de aquí,  esta no es tu casa.  Es la mía.  He esperado 4 años a que OS fuerais y como no OS vais debo tomar medidas.
- Es nuestra casa.  De todas formas,  ¿quien eres?
- Soy el dueño original de la casa.  Morí en estos suelos y aquí seguiré hasta la eternidad.
Abre los ojos ante sus palabras y me lo quedé mirando.  Me acerqué y le toce la cara, y como me temia , lo atrevese.
Ahogue un grito y salí  corriendo a la calle hasta la comisaría más cercana. Cuando la policia llegó a casa no había ni rastro de aquel expectro y tube q aguantar sus preguntas sobre si tomaba medicaciones para locos,  cosa que no hacia.
Esa noche pasé frio y por la mañana al despertar vi como el viejo fantasma me contemplaba con una pistola en la mano.  La miré asustada.
- OS dige que OS fuerais - gruñó.
- Por favor,  dejanos,  hemos pagado para estar aquí por lo que esta casa ahora nos pertenece.
Cuando no escuché como mi madre me preguntaba con quien hablaba supe que me había vuelto loca.
- Tus padres me dijeron lo mismo y tu vas a acabar como ellos.
No entendía que me decia.
-¿De que estas hablando?- pregunté
- Ve ha verlo tu misma- dijo con una sonrisa burlona.
Salí de la cama consciente de mi locura y fuí a la habitación de mis padres. De los que habían sido mis padre.
-¡¡Los has matado!! - grite furiosa con lagrimas ardiendo en mis ojos- ¿¡ porque has hecho eso?!
- Se lo merecian, por lo mismo que tu, ¿quieres acabar como ellos y vas a irte?
- Estas loco, no pienso irme. ¡QUIEN SE VA ERES TU, MOUNSTRUO!
El fantasma rio y apretó el gatilló apuntando hacia mi.  Cerré los ojos por la sorpresa y empecé a sentir un dolor terrible en el pecho.  Mis pulmones empezaron a perder aire y mi visión se torno oscura. Y ahí deje de respirar.