Llamar a un Guardián

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Llevamos más de media hora volando ya que no recordaba la ubicación exacta de la casa de Black y no tenía cómo contactarlo.

Ariana se había cambiado su ropa a una marrón parecida a la mía, después de reclamarme unos quince minutos por haber destrozado parte de su habitación, luego nos fuimos por su ventana y nos costó otros diez minutos poder volar con normalidad.

— ¿Segura que era por aquí? —Y Ariana ya se comenzaba a estresar— llevamos casi una hora en esto —Bufó y frenó en el aire seguida por mí.

— Para serte completamente sincera no tengo ni idea de cómo llegar —Me encogí de hombros y Ariana se golpeó la frente con la palma de su mano.

— Ya sabía yo —Me miró molesta y voló hasta el tejado de un edificio y la seguí.

— ¿Qué haces? —Pregunté parandome al lado de ella, me miró enojada y volteó a observar el cielo.

— Hay leyenda de los guardianes, se dice que si dibujas el tipo de animal que representa o se le parece, puedes comunicarte con ellos —Sonrió— Claro que no sabía que eran reales, así que no lo había intentado antes —Apareció un zapatilla y frunció el ceño.

— ¿Para qué necesitas una zapatilla? —La miré confundida.

— Se supone que debía ser ceniza —Tiró la zapatilla al suelo y se lanzó del tejado haciéndome una seña de que esperara ahí.

Miré la zapatilla y luego pensé en una caja de fósforos, apareció una en mi mano y sonreí.

Ariana apareció a los veinte minutos con un encendedor y me observó confundida.

— No me digas que perdiste la zapatilla Nay —Puso una mueca y yo le sonreí.

— Nah que va —Mostré lo que escondía detrás de mi espalda— Aproveché y quemé esto, ¿cuenta como ceniza?.

— Lo dudo —Se rió— Pero podemos intentar, no perdemos nada, igual no sabemos cómo llegar porque alguien no lo recuerda —Guardó el encendedor en su bolsillo y se me acercó tomando mis manos— Mientras buscaba el encendedor pensé en que quizá si juntamos nuestros poderes puede que sirve para cosas pequeñas, ejemplo, dibujar un águila.

Sonreí.

— Puede que si —Cerramos los ojos y con las cenizas del zapato intentamos dibujar un águila en el suelo, al abrirlos las cenizas parecen todo menos un águila.

— Tal parece que soñar no cuesta nada —Ariana hizo puchero y comenzó a juntar la ceniza y dibujar, al ser mejor ella que yo en eso sólo observo y espero a que termine.

Una vez terminado el dibujo Ariana me pide que me siente a un lado de ella, comienza a murmurar unas palabras en latín y el dibujo brilla levemente y se apaga.

— Creo que no funcionó —Murmuro.

— Yo creo que sí, se supone que es un brillo más intenso, pero puede que haya funcionado —Murmura de regreso y se levanta extendiendo sus brazos— Águila de Black, como sea que te llames, no sabemos cómo encontrarlos, atentamente la amiga de White, ya sabes, la otra mágica —La miro extraño y se encoge de hombros.

— ¿Pero qué...? —Una piedra choca contra la cara de Ariana y me río.

— Au, eso dolió —Se agacha a recoger el trozo de piedra y se ríe.

— ¿Y ahora por qué te ríes? —Me levanto y tomo el trozo de piedra de sus manos, tiene escrito algo.

"Dile a White que van en la dirección equivocada, es al otro lado de la ciudad"

— Me hiciste perder el tiempo chica —Se calma y me palmea el hombro— Vamos —Salta y comienza a irse en la dirección opuesta a la que íbamos.

— ¡No es mi culpa que se me olvide la dirección de un lugar cuando sólo he ido una vez! —Le grito y salto detrás de ella, camino a la casa de Black, dejando unas cenizas regadas en el piso que ya habían perdido la figura de águila.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2022 ⏰

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