^-Capítulo 17-^

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••Stiles••

Habrán pasado apenas unas horas desde que llego, pero Deaton no ha despertado del especie de trance en que se está. Necesito que me cuente lo que ha ocurrido.

Trinity no puede fingir ser nosotros dos ante la manada al mismo tiempo, no hay manera de sostenerse así. Eso quiero creer.

Deaton no solo es nuestro Druida y Yoda personal, también es el único veterinario de Beacon Hills y a menos de que su sueño de niña fuese ser doctora y niñera de perros que aborrecen a seres sobrenaturales desconocidos; dudo mucho que Trinity al menos intente. No es tan fácil como parece ser Alan Deaton por un día. Alguien tendrá que al menos sospechar un poco, vamos.

Un espabile a mi izquierda me dice que mi compañero al fin reacciona.

-Hey ¿te sientes bien?- Le pregunto ayudándole a acomodarse mejor en el suelo.

-Stiles, ¿qué haces aquí, también te ha atrapado?-

-¡Venga ya! No me robes protagonismo, yo ya llevo aquí semanas.- Bromeó.

-¿Semanas dices?- Se extraña. -Ya decía yo que ese Stiles silencioso y arrogante no era de fiar...-

-¿Entonces si ha estado fingiendo ser yo? Seguro que no le llegara ni a los talones al Stiles original, ¿cierto?- ¿Angustiado? ¿yo? Para nada.

-No se esfuerza ni un poco en parecerse a ti, la verdad. Pero la manada lo ignora asociándolo a que sigues resentido por que te echaron como un omega a la calle o que son cambios hormonales por el Barsoom.- Dice lo último riendo a lo que le sigo. -Aunque no es broma, yo pienso que eso es lo que creen Newt y Mckenzie.-

-¡Pero que absurdo! Ahora mismo hasta dudo de su existencia.- Rió.

-¿Por qué lo dices?- Se extraña al no pillar la especie de broma no broma.

-Eh...no lo se.- Me pongo nervioso.- Simplemente ya no siento nada sobre el, aunque realmente no siento nada, casi literal, nada en nada.

-¿Hace cuantos días dices que estas aquí exactamente? Se acerca un poco más a mi y se pone en cuclillas comenzando a inspeccionar mis pupilas.

Hasta ahora me doy cuenta que no tiene puestas cadenas ni nada que lo retenga.

-He perdido la cuenta, un mes y cacho.-Nuevamente veo como se impresiona ante la cantidad, deja mis ojos y toma mi muñeca para revisar mi pulso.- Eh, no es por nada Deaton pero tu comportamiento me comienza a inquietar.-

-¿Qué tan seguido te han estado dando de comer?-

¿qué diablos?

-Stiles, responde.-

-Te parecerá absurdo y hasta estúpido pero hasta ahora me doy cuenta que no me han traído nada de comer... Lo peor es que ni siquiera siento hambre y te lo aseguró, he estado quejandome diario de todo lo que se me pudiese ocurrir solo por fastidiar. He gritado que tengo sueño y hambre por horas para que me hagan caso pero ni uno ni el otro han pasado por mi cabeza desde hace semanas, creo que hasta duermo solo por matar el tiempo ¿cómo demonios es que sigo con vida?-

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••Scott••

Es por la mañana, desperté en el suelo de la sala propiedad de los Stilinski sin la presencia de mi peculiar amigo.

Apague la televisión y recogí el boll de palomitas medio vacío para llevarlo a la cocina, tomo mi chaqueta y voy a la entrada.

Jugando Con Fuego-Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora