Piques entre amores.

Patri. (VII)

Lucy(00:03,sábado):
-Holaaaaa!!!

Patri(00:04)
-Hola,qué haces despierta a estas horas?😅

Lucy(00:04)
-Q rapido contestas😂😂
-Asi da gusto hablaaaar
-Lo mismo digo
-Que haces tu despierta???
-Bueno,mañana no hay clase
-Hoy es sabado
-Guay
-Eo?
-Eoooooo
-Mejor retiro lo dicho
-Que lenta eres
-Te me has dormido???

Patri(00:06)
-Doce mensajes tuyos!!!¿Quieres parar d petar?¿Quieres algo en particular?Que estoy viendo una película.

Lucy(00:06)
-Bueno,perdoname mujer🙄😂
-Cual es???
-Patri?
-Sigues ahi?

Patri(00:07)
-Que si pesada🔊🔊.Estoy viendo "no respires".

Lucy(00:07)
-Ostia
-Esa es de miedo
-La stas viendo sola?
-Yo me cago tia🙈

Patri(00:07)
-Oye,por qué no escribes todo lo que me quieras contar en un solo mensaje?Es que se escucha el pitidito y le quita emoción a la peli.

Lucy(00:07)
-Por
-Que
-No
-Hay
-Razon

Patri(00:07)
-¿En serio?Hay que ser tocacojones😹

Lucy(00:08)
-A ver si algun dia vemos Star Wars juntas.

Patri(00:08)
-Yo nunca lo he visto,la verdad.

Lucy(00:08).
-Ya.Tienes que verla.

Patri(00:10)
-Buenas noches Lucy😌

Lucy(00:10)
-Igual pra tii❤️❤️❤️

Cuando se ilumina la pantalla con el último mensaje de Lucy me pongo un poco nerviosa. ¿De qué irá esta chica mandando corazones? A lo mejor simplemente es cariñosa. Ahora todas las chicas lo hacen, son muy pavas. Rebobinamos. El otro día vi que estaba embobada mirándome las tetas. Sin embargo otras veces evita mirarme y solo habla con los demás. Mientras pienso lo rara que es esta chica, me quedo dormida sin poder terminar de ver la película que con tanta ilusión había cogido en el videoclub.

No me suelo acordar de los sueños, pero tengo claro que este lo mantendré en mi mente durante mucho tiempo.

Me encontraba sentada bajo un árbol a la sombra, ya que era uno de los pocos sitios en los que no daba el sol de ese gran descampado en el que estaba.

Solo ese y los demás árboles que había plantados irregularmente hacían que el gran descampado amarillo no fuera un secarral inhabitable. Estaba muy aburrida. Decidí andar. A lo lejos pude vislumbrar un corrillo de gente. Me pareció raro, porque era un campo semi-abandonado y hacia un calor abrasador.
Cuando me acerqué una chica de unos quince años me vio y me miró con cara de asco. Se giró rápidamente y empezó a avisar a todo el mundo.

Empecé a oír entre murmullos, mientras la gente me dedicaba caras de verdadero odio:

"Ah si,la Patricia de los huevos"

"¿Pero que hace esa tía ahí?"

"¡Tendrá cojones!"

"Que horror,qué mala persona es"

No sabía de qué iba eso. Pero lo que tenía claro es que no podía ser nada bueno. Me abrí paso entre todas las personas para llegar al centro del corro.  Así, quizá, podía adivinar que era lo que estaba pasando. Cuando ya estaba prácticamente en el centro me
encontré con Amanda, que acto seguido me dedicó una mirada de desaprobación tremenda. Esos ojos y esa boca se quedarán grabados a fuego en mi memoria. No fue la única que vi. También estaban Sebas, Lena, Albita... todos mis amigos. Incluso mi primo Nicolás, tan gracioso y servicial en todo momento que se había convertido en un pilar esencial para mí. Él fue el primero que habló:

-¿Qué coño haces aquí?¿Acaso no ves que ya has hecho suficiente daño?

-¿Por qué lo dices,qué ha pasado?-contesté yo preocupada.

-¿Cómo que qué has hecho?La has herido Patricia.¡La has hecho mucho daño!

Nunca le había visto tan enfadado. En apenas un segundo se me empañaron los ojos de lágrimas. Lágrimas de no saber qué pasaba. Lágrimas de todo el odio que estaba recibiendo, por parte de conocido y de no conocidos. Lagrimas de frustración. Verdadera frustración.
Sin decir nada más mi primo se apartó para dejar ver una figura acurrucada en el suelo y sollozando.
Me costó darme cuenta, pero al final reconocí a Lucy.
Alguien me tocó el brazo. Me giré y era Alba.

-Creo que ya has hecho suficiente daño. Debes irte.- esto lo dijo sin una pizca de emoción.

-Por favor Alba, no me dejes así. Dime que he hecho.

Una, dos, tres, y hasta cuatro lágrimas cayeron por mis mejillas lentamente.

-Mucho daño. Eso es lo que has hecho. Tú, que defiendes que las personas no son mercancía. ¿No es acaso eso lo que le dijiste a Lucy? Pues te creyó. Y en vano. Porque tú la trataste como si simplemente fuera eso. La humillaste delante de todos. ¿Te sientes mejor?

-No... no... yo no hice eso, no sé de que me hablas.

-Claro que sí. Corre.

Y así lo hice. Salí a empujones del corro y comencé a correr por el campo como nunca antes lo había hecho. Todos empezaron a seguirme y ahora llevaban antorchas encendidas, rastrillos y armas blancas. Llegué a un acantilado inmenso (cosa de sueños) y mis perseguidores me pisaban los pies. Salté y grité.

Me despierto sobresaltada y con el corazón a mil. Todavía no sé lo que he hecho en el sueño pero no sé si realmente sería mejor conocerlo. No vuelvo a dormir bien en toda la noche.