Tres minutos para la libertad de tres días .

Las clases

Ya empezaron las clases y mi hermano y yo aún estábamos en la puerta del instituto, por suerte los profesores no nos dijeron nada y nos dejaron pasar a las aulas. A partir de ese momento cada unos se iba por su cuenta. Él se fue a su clase y yo a la mía. Cuando entre por la puerta me senté corriendo en mi silla para que el profesor no se enfadara más de lo que estaba por haber llegado tarde. Me sentaba con una compañera llamada Laura. Una muchacha muy maja y un poco rara por qué de vez en cuando se ponía un poco emo. A Laura le gustaba dibujar de echo lo hacía muy bien. Laura era muy lista y siempre aprobaba las exámenes con muy buena nota, lo raro es que durante las clases ella dibujaba y no prestaba atención, ella decía que ya lo sabía todo. Me pasaba todo el día con ella menos en los recreos por qué ella se iba con sus otras amigas. Yo en los recreos me iba con unas compañeras de primaria, con ellas pase mucho tiempo pero cuando llegamos al instituto cada una se fue a distintas clases y perdimos un poco de amistad, pero nunca dejamos de vernos en los recreos. En clase yo siempre intento concentrarme sin embargo me resulta difícil teniendo a Laura. Dibujaba muy bien y lo que más me gustaba de ello es que para saber lo que dibujaba tenía que pensarlo bien por qué sus dibujos tenían significados. En clase de historia yo me dormía más que nada por qué la profesora nos contaba su vida y la verdad yo no me quejaba. Yo nunca fui una buena estudiante, no por qué fuera baga y no quiera estudiar, realmente no lo tengo muy claro pero creo que es por qué me cuesta, si lo dudo es por qué todos lo profesores dicen que si pongo más esfuerzo podría sacar muy buenas notas...