Just Remember

N-I-Ñ-E-R-O

Al salir de la universidad vi como una chica rubia se encontraba hablando con Nicolas en las escaleras, se veían tan bien juntos y de hecho pensé que eran pareja, pero entonces vi como el rostro de Nicolas se tornó serio y sus mandíbulas se tensaron, la rubia le dio una bofetada y se fue a paso firme sin mirar atrás. Vi como lucia algo decepcionado, lastimado y herido (? Aunque ya había visto muchas series antes donde siempre estaba ese típico chico malo y aquí la lastimada parecía ser ella y no el, me entretuve tanto que no note cuando paso por mi lado.

- Sin duda alguna deberías buscar vida propia chica suicida

- ¿Que? Espera yo... - se había ido, perfecto. Primero le lanza un comentario ofensivo alguien y luego se va así como así, ¿qué clase de humano con una sola neurona es este?-

- ¿Sofía? –oí como una voz a lo lejos me llamaba, pero para ser sincera no quiero voltear o responder y toparme con la agradable sorpresa de que no era a mí a quien le hablaban, ya me había pasado muchas veces y no volvería a hacer el ridículo, también decidí no hacerle caso a mis pensamientos o si no terminare loca-

Saque algunos libros de mi casillero y los puse en mi mochila, llevar tarea a casa serviría de algo, así no tendría tiempo de pensar en cosas raras y armar mis hermosas teorías nivel Dios. Cerré mi mochila y salí por una de las puertas principales, luego de bajar las escaleras sentí como mi celular vibraba en mi bolsillo trasero así que lo saqué y me encontré con un mensaje de parte de papá: "algo surgió así que no podremos ir a buscarte hoy, por lo tanto tu mamá decidió mandar a un amigo suyo, ella dice que tú y el son muy cercanos, si intenta hacerte cosas raras usa el gas pimienta. Con amor papa :) ".

IN-CRE-I-BLE hora tengo que irme con un completo desconocido solo porque paso yo sé que cosa con mis papas. Bueno Sofía tratemos de ver el lado positivo, puedes simplemente subirte y no decir nada mientras internamente rezas por llegar a salvo a casa o puedes entablar una conversación con el hasta llegar a casa, claro, como la gente normal.

Guarde mi celular en el bolso y alce la vista en busca de esa persona, pero, espera... un minuto ellos no me dijeron como carajos reconocería al tipo. Oh mi dios, estoy en serios problemas, no memorice la ruta y ni de broma me se la dirección de mi casa, apenas desperté hace dos jodidas semanas que esperan no tengo memoria de platino. Justo cuando iba a darme por vencida un hombre más alto que yo –esto de la estatura ya se está volviendo complejo- me miro y dijo mi nombre.

- ¿Eres tu Sofía? –dijo sonriente tratando de no parecer nervioso-

- Si –me detuve un segundo y lo mire de pies a cabeza tratando de recordarlo de algún lugar- ohh si, tú eres el chico del hospital, te llamas e... e... ¿ethan?

- Si, ese es mi nombre. Por cierto ¿cómo supiste que era yo?

- Tienes esa cosita que usas en tu trabajo

- ¿Hablas del gafete? –dijo señalando el rectángulo de plástico con su número de identificación y su nombre-

- Sí, eso. Ahora que tal si nos vamos a casa, muero de hambre.

- ¿nos vamos? –me miro algo confundido-

- Me llevas –mi voz comenzó a temblar y mis labios parecían hacer un gran esfuerzo por moverse- quise decir me llevas... perdón ignora eso –baje la vista y me ruborice al oírlo riendo, sin duda alguna si buscas balbucear en el diccionario te saldrá mi bello rostro-.

Después de media hora de viaje... en serio no podrán creerlo. No hablamos nada. Mi boca no quiso hacer ni el más mínimo intento de moverse y mi cerebro al parecer no quería tener que pasar pena en cuanto dijera algo irracional. Ethan por su parte solo dijo unas cuantas palabras, como: ¿Quieres escuchar música? ¿Le subo al volumen? Y llegamos. Al llegar, tome mi mochila y la coloque en mi hombro derecho, examine todo alrededor y al parecer me entretuve tanto viendo su licencia de conducir ya que cuando ethan quiso abrir la puerta casi golpeo el techo del auto con el brinco que di.