MI NACIMIENTO

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El día que fui presentada al mundo... un 4 de octubre, un jueves, un día muy tranquilo, ese día seria el inicio de nuestro tormento.

- ¡Señorita Snow es una niña! - aviso la enfermera entregándole a la pequeña envuelta en una manta color celeste bebé.

- ¡Felicidades! - otra enfermera se fue a llamar al padre, para que conociera a su hija.

La niña era muy bonita, había heredado el cabello platinado de su padre; al igual q sus ojos, un azul tan bello que era fácil perderse en su mirada, su piel era blanca como la nieve y los labios carnosos como su madre, pero adaptaron el rojo intenso de los de su padre. Era simplemente... hermosa.

- Es bella, se parece a ti - dijo Jessica con alegría mientras amamantaba a su pequeña, viendo como su futuro esposo caminaba hacia ella con una expresión de molestia.

- Sí claro - respondió de mala gana, el albino, realmente no quería a la pequeña pero trataba de disimularlo un poco, sin mucho éxito. - ¿Qué nombre le pondrás a la niña?- pregunto sin mucho interés. La castaña dejo escapar un largo suspiro

- No lo sé veamos... - la chica pensó por un momento el nombre de su bebé y respondí al albino, con una gran sonrisa.

- Elizabeth - sonrió ahora viendo a su pequeña con han amor. - Yo siempre quise una hija llamada Elizabeth - Jessica realmente estaba feliz, solo quería eso ser feliz.

De pronto entra el padre de Mike enojado y lleno de enojo y odio.

- ¿Señor Robert, Como estás? - preguntó sorprendida Jessica por la repentina aparición del mayor.

- ¿Ya nació la bastarda?- preguntó Robert con gran desprecio, ignorando la pregunta de su nuera.

- Sí, ya nació- respondió Mike a su padre apartando su vista de él.

- ¡Qué desgracia! - dijo Robert agarrándose las sienes con presión por la cólera que tenía - Esto es tu culpa - señalando a jessica - Por no abortar y parir a este engendro - gritó enojado, mirando directamente a los ojos de la chica.

- ¡Por favor ya cierre su boca, le pido con todo respeto que no insulte a mi hija, su nieta. Yo nunca acepté esa estúpida propuesta de  abortar la! - dijo la castaña arta de las palabras de aquel hombre.

- Y tú cómo pudiste deshonrrar a tu propia familia embarazando a una chica de clase pobre y sin futuro como esta chica, ¿cómo carajos no pudiste hacerla abortar, es un idiota? - esta vez se lo dijo a Mike, ignorando lo dicho por su nuera. - ¡Te casaras con esta chica quieras o no, al menos para no hacer tanto escándalo y arruines la reputación de la familia! - suspiro cansado. - Y pierdes todo los derechos de la herencia familiar, le voy a dar el privilegio a tu hermano, que no es un imbécil como tú - dijo directo y despectivo.

Mike era de una familia adinerada, con un gran reconocimiento. Su padre Roberto Arendell era un famoso empresario muy prestigiado, su madre Isabel, modelo de una de las mejores marcas de ropa. Y su hermano Agnarr era diferente a él, más inteligente, amable, de buen corazón; y era muy apegado a la familia Snow, pero eso no sabían ni Mike ni sus padres.

Mike quedo pasmado, al escuchar aquellas palabras de su padre.

-Te dejare una casa y un carro en Francia, te me largas allá, tú tendrás que trabajar por tu propia cuenta, ya no te daré ni un puto centavo, no nos busques ni nos llames, nosotros no queremos saber nada de ustedes malditos miserables. Y si no te casas con ella olvídate de esa casa y del carro, que serán las únicas cosas que te dejaré, deberías agradecerme por al menos dejar eso a un miserable como tú, maldito malparido - Robert se acomodo su saco para irse pero antes - ¡Y ni te atrevas a ponerle nuestro apellido a esa cosa! Por que también perderás, recuerda que el que hace y deshace las cosas aquí soy yo, par de desgraciados - cerro la puerta de la habitación tanta fuerza que despertó a la bebé asustada, quién comenzó a  llorar desconsoladamente, pobre Elizabeth agarraba la bata de su madre con sus pequeñas manita y se movía gritando y llorando, ya estaba roja de tanto hacerlo.

- ¡¡¡Ya calla a esa bastarda!!! - grito enojado Mike para luego imitar la acción de su padre, haciendo que llorara y gritara aun más a la niña.

- Ya ya ya... shu... shu... no hay porqué llorar... shu... - intento calmar a su bebé, pero no callaba - Calma mi niña... no pasa nada... nada te pasará lo prometo mi pequeña... lo juro... - comenzó a llorar la castaña por su error, a pegó fuertemente a su bebé a su pecho y trato de volver a amamantar la para que pueda calmarse.

Sabia que la familia de Mike le causaría problemas cuando naciera Elizabeth, pero no tan graves como este, pero lo empezó a suponer desde los meses de embarazo, por eso se trataba de esconder de Mike y sus padres para que no la obligará a abortar, Mishel la ayudó mucho en esas épocas de su embarazo... se arrepentía por haber caído en la tentación de Mike... pero no de su bebé... su niña... sabia que no iba a ser fácil pero trataría de salir adelante... le destrozaba saber que nunca tendrá lo que siempre quiso... terminar sus estudios, trabajar, ser el orgullo de su familia y encima tendría que separarse de ella, le desgarraba el corazón al saber eso, pero sabía que esta vez no podría esconderse de ellos por qué ya la tenían muy bien vigilada... Tambien deseaba algún día muy en el futuro, en ese futuro donde ya no habría posibilidades de que se haga realidad, tener un buen esposo alguien que en verdad la amase y la respetara. Pero nada de eso se hará realidad nunca, ya no habrá vuelta atrás, al parecer su vida debia de ser de completo sufrimiento de ahora en adelante, ese era su destino al parecer... Un destino que ella no eligió, pero trataría de afrontar lo por su hija, ese era su destino...

CONTINUARA...

YO NO ELEGI MI DESTINO (hiccelsa +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora