Capítulo 2: La fiesta más loca 1/2

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Inojin regresó a su hogar y caminó hacia el pasillo principal, se asomó por la cocina, su madre estaba lavando los platos. Aún intentaba pensar cómo demonios le iba a preguntar a su madre si podía salir a la casa de Boruto.

—¿Acaso no piensas saludar?—dijo Ino con voz de ultratumba, sin siquiera mirar atrás.

—Hola mamá ¿Sabes que te quiero mucho y que estas muy linda hoy?— Respondió con una risa nerviosa el menor.

—¿Qué quieres?—levantó una ceja y se anticipaba a lo que su hijo diría.

—¿Qué acaso no puedo elogiar a mi madre?— Inojin fingió indignación, con el objetivo de debilitar la coraza de su madre.

—No respondas mi pregunta con más preguntas—devolvió su atención a lo que hacia anteriormente—Solo ve al grano.

—¿Puedo ir a la casa de Boruto esta noche?— soltó en un suspiro, sintiéndose decepcionado por la segura respuesta negativa.

—"Lo sabía"— Pensó la mujer en sus adentros, y se atrevió a preguntar—¿Y qué van a hacer?

—No lo sé, jugar videojuegos quizás— Las esperanzas regresan para el chico, que esta vez deja de estar cabizbajo y mira  directamente a su progenitora.

—Esta bien, solo pórtate bien y saluda de mi parte a Hinata— La mujer suspiró con desgana, cuando esos dos se juntaban, pasaban cosas terribles.

—¡Sí! gracias mamá— Alargó cada "i" hasta llegar a ella y abrazó con cariño, el cual correspondió.

Inojin fue a su habitacion a prepararse, pues había acordado con Boruto verse a las 5:00 pm en la oficina del Hokage. Un lugar algo raro para reunirse, pero era lo más cercano entre su casa y la de Boruto.

—Me pregunto qué tal le irá a Boruto con el Séptimo— Él sabía bien la mal relación que tenía su mejor amigo con su padre, lo cual le preocupaba de cierta forma.

Ya más tarde, en la Oficina del Hokage.

—Boruto ¿puedes pasarme esos papeles de allí? —El mayor preguntó sereno, notaba la incomodidad de su hijo.

—Sí, padre— Dijo Boruto fastidiado. Repudiaba esto de estar con su padre. Sin embargo, su odio no estaba dirigido a él en particular, pero de cierta forma desde que su padre era Hokage no le dedicaba tiempo a su familia. No le gustaba que su madre aparentara que todo marchaba bien, que le perdonara las faltas a su esposo. Para Boruto, esto ya era el colmo, no podía aguantar más tiempo en ese lugar.

El sonido de los papeles al estrellarse en el escritorio resonaron en toda la oficina. El rubio menor salió por la puerta de la habitación aguantando el incómodo nudo en su garganta y las lágrimas que amenazaban en salir.

Al cabo de un rato, se limpió pocas lágrimas que sí lograron escapar, después de todo, y se dispuso a caminar con la cabeza gacha. Debido a esto, sin quererlo tropezó con alguien en su camino. En cuestión de segundos pudo distinguir que se trataba de un chico, tenía el cabello negro amarrado en una coleta, de manera vertical; y vestía un atuendo un poco peculiar.

—Fíjate por donde caminas, imbécil— El joven no tuvo pelos en la lengua de reprochar el descuido.

—Shikadai, sé respetuoso con los demás. Así nunca ganarás amigos— Su acompañante (el cual a simple vista parecía ser al revés, el menor era quien acompañaba a este) le regañó. Sus aspectos y facciones eran bastante parecidas, por lo que el rubio dedujo que eran familia.

—Me importan un bledo los amigos. Mis verdaderos amigos los dejé atrás— El joven de ojos celestes se quedó perplejo por la actitud de aquel desconocido. En definitiva, es un hecho que no puede dejar de contárselo a su amigo Inojin.

Todo Gracias A Boruto - Shikadai X Inojin || EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora