Secretos a voces (AU)

2. Las primeras veces

Tiempo cronológico ➡Varios. Sigue la línea de tiempo de “El apoyo de una familia”

La primera vez que Will Herondale vio a Jem Carstairs  supo que el era el indicado.

Will era un chico solitario, a sus diez años tenía una personalidad tan fuerte que usualmente chocaba con los demás chicos, pero estaba bien, se acostumbro a estar con su familia, le gustaba leer en los lugares más recónditos de su hogar donde tenía tranquilidad y exploraba al mismo tiempo.

Llevaba una vida tranquila.

Fue cuando sus abuelos trajeron a Jem Carstairs a casa. El niño había perdido a sus padres hace poco y sus abuelos lo habían recibido en el hogar Herondale.

Al principio no estaba muy entusiasmado con la aparición de otro niño en casa así que cuando llego solamente ignoro el hecho de que estaba a allí, incluso se había negado a conocerlo.

Hasta que James lo encontró en uno de sus preciado escondites, de esos que a Will le había tardado meses en encontrar y el chico lo había estando tan solo unos días allí.

-Hola- saludo el niño cuando lo vio, cuando Will alzó la vista, el rostro más hermoso que Will había visto pero se veía tan triste.

Sus ojos grises* brillaban por recuerdos, le transmitían tantas cosas y lo único que Will quería era consolar al chico que entre la soledad lo había encontrado.

-Hola- lo saludo extendiendo su mano, el chico estaba tan delgado que se sorprendió al apretar su mano-. Soy Will.

-Puedes decirme Jem- le sonrió. Era la sonrisa más brillante que había visto.
Esa sonrisa había iluminado toda su vida.

Con tan sólo diez años de edad Will deseaba que Jem se quedará con el, siempre.

***

La primera vez que Will escucho a Jem tocar el violín, supo que era correspondido.

Cuando Jem llevaba dos años en su hogar, Will se pregunto si era normal sentirse así.

El tiempo que llevaban siendo amigos Will siempre pensaba que era, probablemente, la mejor persona del mundo, y no podía evitar sentirse afortunado de que esa persona estuviese con el.

Pero había algo que le molestaba.
Jem había tocado el violín para todos en su hogar, al menos dos veces, pero cada vez que Will le pedía que tocase para el Jem se negaba.

La primera vez había sido hace casi un año, cuando Jem se negó, Will paso casi toda la noche pensando en alguna razón por la que Jem no quisiese, tal vez era muy tímido pero había tocado para sus padres, tal vez no estaba tocando la pieza completa pero Will encontró las partituras de roda sus canciones; entonces ¿Por qué Will era el único que no podía escucharlo?

Había tratado muchas veces de escucharlo a escondidas pero Jem siempre lo descubría, la primera vez se enojo muchísimo que no le hablo por una semana, lo que le deprimió mucho.
Ahora Will tenía que resignarse a escuchar a sus hermanas hablar de lo buen músico que era Jem y el no tenía ni un sonido para compararlo que le hiciese sentir mejor.

-Will- escucho como lo llamaba mientras leía Jane Earl**, tenia un gran gusto por los clásicos-. ¿No nos se acompañas a cenar?

-No tengo hambre- dijo con la vista en el libro.

-Bien, ¿qué te sucede?- pregunto preocupado-. Solo relees un libro cuando estas triste.

-Eso es ridículo- negó el pelinegro con dureza, Jem no podía decir su comportamiento de lectura cuando el no podía decir nada de su música-. Solo me gusta este libro.