Perfect for her - [JeongMo]

Capitulo VIII(pt2): Preguntame

Nos dirigimos hacia el salón de Bolos, jugamos casi toda la noche y ella se ofreció a llevarme a mi casa, no hablamos mucho como al principio, el clima era bastante incomodo entre ambas y esperaba que ella rompiera el hielo diciendo algo.

—¿Puedo quedarme en tu casa?— La miré rápidamente, no estaba prestándole tanta atención.

—Si quieres...igual no es tan tarde...— Quería que se quedara, aunque no quería soñar desesperada.

—Lo decía por qué no está tu madre, tal vez no te haga mal un poco de compañía— Sonrió, una sonrisa bastante genuina de esas que casi nunca ves.

—Quiero que te quedes— Le devolví la sonrisa tratando de no lucir tan estupida como me tenía ella.

Ella sacudió mi cabello y continuó caminando.
El camino se volvió denuevo bastante silencioso hasta llegar a mi casa.
Una vez allí dejé mi bolso sobre la mesa acomodando un poco las cosas.

—¿Tienes algún pijama que pueda usar?— Reí internamente, yo duermo en ropa interior, aunque tengo miedo de hacelo cuando hay gente así que debo ver bien que pijama le doy.

—Si, espérame

Me dirigí a mi cuarto y revise los cajones, había varias remeras grandes que podían servir como un camisón o algo de ese estilo.
Tomé dos remeras, una era gris con una frutilla estampada y la otra era blanca con números en celeste.

—Ya encontré un pijama, pero elige cuál quieres tu.

—Mmm...El blanco— Sonrió tomándolo.

Me di media vuelta un segundo.

—Puedes usar el ba-— Jeongyeon estaba poniéndose el pijama ahí, enfrente mío, mi cara de seguro estaba roja como la frutilla de la remera que aún no me ponía y tenía las manos temblorosas.

—¿Ah?— Ya tenía puesto el pijama y se ve que no entendió lo que dije.— Lo lamento, es que como te diste vuelta...

—Lo-lo entiendo— Asentí.

El silencio volvió, no me molestaba ya que estaba con ella, pero quería hablarle y no sabía de qué.
Nos acostamos en la cama de mis padres, no la iba a dejar durmiendo en el comedor, no soy tan mala persona.

Su cabello se alborotaba cada vez que se daba vuelta en la cama mientras dormía, y yo me daba cuenta por qué no paraba de verla, no podía dormir si la tenía enfrente y no quería hacerlo para no perderme de ninguno de sus gestos.

—¿No piensas dormirte?— Me di vuelta para el otro lado y fingir que no sabía que dijo.

Se dio cuenta que la estuve viendo casi una hora, mañana esto será algo incomodo.