1 - ¿Por qué nada me sale bien?

17 1 0
                                    

Pro Kellin:

Lo necesitaba. Estaba allí, en mi cuarto; juraría que habían pasado dos horas desde que mi padre entró en mi habitación. ¿Por qué me hacían esto? ¡¿DÓNDE ESTÁ?! Mi cuarto estaba destrozado... ¡¿PORQUE TIENEN QUE TOCAR MI JODIDA DROGA?! No podían dejarme ni una noche de serenidad.
No era la primera vez que mis padres me quitaban la droga solo por verme sufrir. Sí, lo único que me había ganado por parte de mi padre era una paliza; sentía como un líquido algo cálido salía de mi ceja y de mi labio inferior... él solía decirme mientras me golpeaba con sus fuerzas el asco que daba, ¿quién le iba a discutir eso?

De todos modos, solo quiero encontrarla... ¿Dónde, dónde...? Mientras mis claros ojos recorrían mi habitación para revisar una vez más, mi padre se asomó con una cara graciosa. Como si le diera gracia mi estado actual y me lanzó una bolsita de plástico que claramente... yo sabía lo que era.
Me arrastre con rápidez y abrí la bolsa. Sentí como la presencia de mi padre se iba ya que el olor a alcohol barato desapareció. Tomé la jeringuilla y, me la inyecté, dejando caer el peso de mi cabeza en una las cuatro paredes de mi cuarto. Esto es... por lo que vale la pena cada golpe de mi padre.
Cinco años atrás... me preguntaba si una mamá que quiere a su hijo le daría esta mierda de droga que me estoy inyectando después de tanto tiempo por su culpa o si un papá que quería a su hijo le pegaba entre risas hasta dejarlo en el hospital incosciente durante una semana. Ahora veo que realmente me odian. Si ni siquiera estaban casados... todos esos pensamientos, recorrían mi mente mientras estaba recostado en la cama.

Algo me interrumpió, el estúpido despertador. Era lunes y lo había olvidado. ¡Gran noche la tuya, Kellin! Cada día dormía menos.
Doy gracias a que no tengo sueño normalmente.

Me levanté, lo primero era curarme. Cogí alcohol, algodón y parches; menos mal que había. Me limpié bien la cara y en mi mejilla había un enorme moretón... odio ser blanco de piel, justo ahí, me puse un parche. Para cuando acabé, estaba escuchando canciones de Green day mientras me colocaba la camisa.
Me miré al espejo una vez más y esa camisa con esos jeans rotos por las rodillas negros que había elegido... me hacían ridículo. Ahora entiendo a mi padre, solo verme es asqueroso. Suspiré profundamente, ¿qué pasaría hoy?

Bajé a la cocina: madre drogada dormida en la mesa, padre borracho en el sofá diciendo incoherencias, casa hecha una mierda, nada en la nevera... vamos, lo de todos los días. Agarré el bolso de mi madre y le quité algo de dinero ya que debería almorzar algo... llevaba todo el fin de semana sin probar bocado.

Salí sin decir nada rumbo al instituto, creo que ese era el mejor momento del día... mis auriculares, mi vieja bici y yo. Ojalá pudiera ser así siempre... ¿me habrán olvidado en el instituto? Espero que por solo un día, sí.
Retiro lo dicho. Entré por la puerta principal al holl y ya está, me dio un pelotazo en el estómago que me hizo encogerme de dolor.

- Oh, lo lamento...- Decía Andy con una voz burlona. Ya... lo sientes, ¿no?

- Venga tíos, dejadlo y vámonos. - Dijo Justin. Creo que ese chico realmente no quería hacer ningún daño a nadie... iba con ellos por no quedarse excluido.

- Dejad al trozo de mierda, que tenemos que entrar. - Dijo un acento británico... Oliver. Todos se iban y este último me guiñó un ojo antes de irse.

Tengo la extraña sensación de que Oliver es gay. Sinceramente. No se sentía mal que alguien te guiñara el ojo y más si es un hombre... creo que, dos años atrás; gracias a él, descubrí que me gustaban los chicos. Era muy guapo físicamente; sobretodo esos ojos que siempre reuyen los míos sin yo quererlo.
Segundos después, sonó la sirena y me levante algo desorientado.
Vamos, entraremos a ver que me depara hoy.

Caminé y caminé hasta entrar a 4°A. De tan solo pensar que me queda aquí un año de mierda soy jodidamente feliz. Así, podré trabajar e irme de casa.
¡Perfecto! Había un sitio atrás del todo libre. Corrí prácticamente hacía él y me senté. Que bien... y de repente, pasó ante mis ojos; un muchacho de ojos café y pelo del mismo tono... lucía una camisa a cuadros rojos y negros, un pantalón oscuro y unas vans del mismo color. Sobre su pelo, había una gorra color roja hacía atrás. Era... muy atractivo físicamente, guapísimo... su cuerpo era perfecto... su tez bronceada le hacía varonil y... sobretodo, esos malditos labios que se estaban moviendo mientras hablaba con Oliver. Con Oliver... ¡¿Qué hacía ese tío tan perfecto hablando con Oli?! Solo no podía dejar de mirar, juraría que mi boca estaba entreabierta y mis pupilas dilatadas.

-Cuidado, que te se cae la baba.- Comentó Jaime, un muchacho de mi clase bastante a puesto pero no mi tipo, apoyando las manos sobre mi mesa.

- Piérdete Jaime. - Me limité a decir.

- Vic. El nuevo se llama Vic fuentes. Es latino, conocido mío.- Informó Jaime. Oh dios... Vic, que nombre tan... bonito para un chico como él, mordí mi labio y le giré la cara al chico encogiéndome de hombros.

- ¿Y qué debería importarme? - Pregunté tratando de parecer despreocupado.
Él sonrió y gritó "VIC". Oh no... se dirigía hacía aquí, ¿qué debía hacer? Oh dios, oh dios...

🌌🌌🌌🌌🌌🌌🌌🌌🌌🌌🌌🌌🌌

HOLAAAAA. Este es mi primer fic ><, espero que les vaya gustando y que sea de su gusto... sé que no es perfecto, pero bueno :v

¡ VIVA EL KELLIC !

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 01, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Veo un problema en ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora