El Heredero de la Muerte

Favor Con Favor Se Paga

No es necesario arrodillarse Samael,  dejemos la cordialidad de lado y nos enfoquemos a lo que vine, tu cazador.

Algo en mi interior se estremeció al oír "Tu cazador", pero de antemano sabía que era una muy mala idea pelear con Lucifer por tonterías como esa.

–Dime, chico, ¿Qué piensas en hacer un trato conmigo? Digo, si te interesa la vida de tu hermano.

Desde atrás vi la expresión de sorpresa y a la vez de miedo de mi padre, entonces lo comprendí, era una muy mala idea. Pero no tenía tiempo para pensar en malas ideas, la posibilidad de volver a ver a Brendan importaba mas, por que si no aceptaba, ¿Cómo le iba a explicar a la mamá de Brendan que el era un demonio y que a la vez acababa de morir en batalla? No era como llegar a casa de Brendan y decirle a la mamá de Brendan "Buenas tardes señora, pasaba a visitarla y para comunicarle que su hijo es un engendro de Samael"

–¿Qué quiere por la vida (Si ser un demonio puede ser una vida) de mi hermano?– Le dije a Lucifer.

–Jajaja no te gustaría escuchar la respuesta– me contestó.

–Estoy dispuesto a todo.

–Como quieras joven cazador. El líder de los ángeles caídos de la zona sur de esta ciudad es un híbrido– me contestó Lucifer.

–Señor Lucifer– habló de repente mi padre– no le puede encomendar eso, ni siquiera los mas experimentados han logrado derrotar a un híbrido, ahora imagine que mi hijo....

–Lo haré– contesté al instante– pero a cambio regresará a la vida a Brendan.

–Me parece perfecto, hijo de Samael. 

Me tendió la mano, al instante recibí el sello de nuestro trato.

En el cielo dejó de ser un día soleado y pasó a ser tan nublado como si fuera una de las peores tormentas.

–Entonces me voy, lleva el cuerpo del híbrido a la cima de la catedral noroeste o lleva cualquier cosa que compruebe que lo has derrotado.

Y así desapareció en una nube roja como la sangre.

–No puedes hacer eso– me dijo mi padre.

–Lo tengo que hacer, lo debo hacer por Brendan.

–Pero eso es un suicidio–me dijo y a la vez me quedo viendo– bueno, veo que no te voy a hacer cambiar de opinión, así que toma la hoz de Brendan, también toma esto.

Y me tendió una especie de escopeta de color negro y rojo.

–Tal vez no te ayude tanto, pero es lo menos que en lo que te puedo ayudar.

Y así desapareció mi papá.

Tomé a Carnificem y la hoz de Brendan, así como la nueva escopeta que me había dado mi padre.

Me despedí del cuerpo de mi hermano, y me encaminé a buscar al híbrido que sería la llave a la reencarnación de mi hermano.

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Hola de nuevo amigos, perdón por la demora, trataré de subir mañana un capítulo de El último Berseck, así como la próxima semana un capítulo doble de cada libro.