¿Por qué miras hacía atrás?
Nunca vienen detrás de ti, ¿Por qué hoy lo harían?
-Ho..hoy es mi cumpleaños...- dijo mientras su voz se quebraba.
Ah, eso lo hace especial ¿no?
Que lindo, no lo recordaron.
La chica movía la cabeza de un lado a otro, mientras golpeaba su pierna con su puño, eso es ansiedad.
La chica no quería llorar pero sabía que tenía razón, la chica se volvía loca sabiendo que no la necesitaban.
Entonces, una gran idea le vino a la mente.
Hazlo, vamos, no te extrañarán, ya te lo demostraron cariño.
Abrió el agua de la ducha, llenando la bañera de agua caliente.
Tomó uno de los frascos que guardaba debajo de su almohada, cuando tenía que conseguir el sueño de alguna u otra manera.
Abrió su mano y puso todas las pastillas ahí, para luego tomárselas.
Se puso su ropa favorita, y agarro el libro de pensamientos, sacó una navaja de rasurar de el, y se metió a la bañera.
El agua era tan cálida, una buena muerte, desde su punto de vista.
La chica comenzó a llorar, en cuanto se dió cuenta, las pastillas estaban haciendo efecto.
Tomó la navaja y corto su brazo, en vertical, si la encontraban (Nadie lo haría) no podrían cocer el corte, y ella moriría, al fin.
Cerró sus ojos y ya, a nadie molesto, y nadie la busco.