El profesor de educación física, Juan Carlos, no siempre ha sido muy normal que se diga. Casi nadie del instituto sabe nada de su vida, siempre va solo y no habla con ningún profesor, por lo menos lo que yo he llegado a ver. Aunque esta vez fue diferente.
En la salida me fijé básicamente en Manuel, iba delante mía mientras yo iba por el camino de todos los días a mi casa. Iba por el mismo sitio que yo, solo que se quedó en una esquina, donde supuse que estaría su casa, pero no. De repente, salió el profesor de un coche y empezó a hablar con él mientras le abría la puerta.
«¿Y esto?» me pregunté nada más vi que ambos se subían al coche, «será su vecino y le estará llevando porque le queda de paso» supuse, aunque tampoco le di mucha importancia y seguí mi camino a casa. Sonó mi móvil.
Yani💕: tía, tía te toco con Manu
Ania: ¿Manu?
Yani💕: Manuel tía, en serio pareces tonta.
Ania: oh, perdóneme señora.
Yani💕: no pasa nada xD.
Ania: ¿y por qué tanto entusiasmo porque me tocase con él?
Yani💕: ay, no sé.
Yani💕: ¿te parece mono?
Yani💕: yo si no estuviese con Jonny le decía un par de cosas.
Aina: ¡TÍA!
Yani💕: vale... lo siento.
Aina: bueno.
Yani💕: ¿sales hoy?
Aina: supongo.
Yani💕: GENIAL.
Aina: vaaa...le.Como no tenía nada más que hacer durante la tarde, me lo dediqué a mí: me di un baño, me pinté las uñas e incluso me planché el pelo. Nunga hago estas cosas, no soy de arreglarme ni mucho menos, solo que para mantenerme activa tanto mental como físicamente, qué menos.
Cuando terminé, me vestí y miré la hora, eran las 15:30. Ni siquiera tenía hora para quedar, así que me puse música y me dispuse a dormir.
Un mini temblor me despertó. Las 17:00, ¿Tanto había dormido? Tenía diez llamadas perdidas y 238 mensajes con letras aleatorias de Yaneli, como odio que haga eso.
Yani💕: ven a las cuatro y media.
Yani💕: ¿cariiii?
Yani💕: ooooyeee.
Yani💕: llegas tarde.
Yani💕: me estás dejando sola.
Yani💕: bueno, ya da igual.
Aina: perdón, me quedé dormida.
Aina: ya voy ya.
Yani💕: no tardes.Cogí mi chaqueta, mis llaves y salí lo más rápido que pude. Siempre quedamos en el mismo parque, no me queda muy cerca, pero en diez minutos a paso rápido llegaba.
Nada más llegar, oí la risa de mi amiga, lo cual me resultaba extraño, si tan sola estaba, ¿por qué estaría riendo?
–Pensé que estaríamos solas –le grité antes de verle la cara.
–Es que no llegabas.
–¿Por qué hay tanta gente? Quería hablar solo contigo.
–Bueno, estaba sola y avisé a algunas personas.
Vi a Manuel entre todos y le saludé, era de los pocos a los que conocía. También estaba Santana, pero no se me hizo raro, siempre están juntos.
–Hola –le dije a Manuel.
–Hola, compi de carrera.
–Eso no suena para nada bien -me reí.
–Ya, bueno –rio.
–¿Yaneli, nos vamos? –le pregunté a mi amiga, consideraba que iba a aceptar, así que la cogí de la mano y me la llevé lejos del parque para hablar tranquila.
–¿En serio era necesario invitar a tanta gente?
–Como te dije antes: estaba sola, y como no sabía si ibas a venir o no, pues invité a mis amigos –se disculpó.
–Vale... –crucé los brazos–. Una cosa.
–¿Sí?
–Ya que veo que te llevas tan bien con Manuel, ¿Sabes si el Juan Carlos vive cerca suyo?
–¿Por qué lo preguntas? De todas formas, no lo sé. Manu no habla mucho de su casa, de hecho para los trabajos no podemos quedar en su casa.
–Es que al salir de clase, le vi subiendo al coche del profe y se me hizo raro.
–Pues no lo sé y... Oye, así por saber: ¿Qué te parece?
–¿Quién?
–Pedro... –hizo una pausa–. ¡Me refiero a Manu! Tampoco es tan difícil.
–Bueno, no es feo y me cae bien, tampoco he hablado mucho con él.
Me miró dudosa, no entendí por qué, pero me despedí de ella y del resto de personas que había en el parque y me fui sola caminando mientras pensaba en mis cosas.
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Tenían que ser dos.
Novela JuvenilEl amor adolescente no es nada fácil y menos la adolescencia, todos lo sabemos excepto Aina. Está empezando a sentir cosas que nunca había sentido antes y está muy confusa, más de lo normal, ¿se le complicarán las cosas?