Capítulo 28

2.9K 101 0
                                    

Alguien tocó el timbre y eso hizo que se me cayeran todos los espaguetis a la cara e hizo que Marc se riera como loco, dejando de mirar por su teléfono. Me levanté enfadada, me habían hecho mancharme. Nada más abrir la puerta escuché esa risa tan conocida.

- Esto se merece una foto.- siguió riendo mientras me hacía las fotos.

- ¿Qué haces aquí?

- Sorpresa hermanita.- guardó el móvil y abrió sus brazos.- No me manches de tomate, anda.

Sonreí y le abracé. Marc salió un rato después para saludarle y llevar sus maleta a la habitación de invitados. Me contó que se iba a quedar unos días por el trabajo, ya que trabajaba de periodismo deportivo y a veces tenía que viajar, pero nunca lo hacía tan lejos, jamás salía de Argentina.

- Hay un gran partido, donde juegan muchos argentinos y aquí estoy.

- ¿En serio? ¿En Cataluña?

- Sí, aquí, ¿No sabías nada?

- No.

- Sos una payasa.- dijo él riendo y comiendo los espaguetis que le había puerto.- No se te dan bien las comidas italianas.

- Eso mismo dije yo.

- Callaos los dos, ahora vuelvo.

Saqué el móvil del bolsillo y me fui al salón buscando su número. Lo encontré y al llamar nadie contestó, así que busqué otro número y lo marqué, él siempre contestaba.

- ¿Qué pasa? Estoy en el avión.

- ¿Aún? ¿A dónde vas?

- A ningún sitio interesante, cosas de fútbol.

- ¿Sabes sobre un partido que se juega aquí con muchos argentinos?

- ¡¿Qué?!- le escuché ahogarse con lo que supongo que será agua y a Higuan dándole golpes en la espalda.

- Sos vos, ¡Sabía que vos jugabas aquí! Seguro que con el Barça.

- Puede.

- ¡Sí! ¡Los voy a tener a todos junto a mí!

- A todos no, te faltan.

- Thiago está aquí porque tiene que escribir un artículo sobre vosotros, por eso lo sé.

- Me jodió la sorpresa.

- Te aguantas, eso era lo que iba a decir Alves, ¿Verdad? Por cierto, dile que conteste alguna vez al celular.

- Sí, eso era y se lo diré.- reí mientras daba saltos, no sabía muy bien por qué pero estaba bastante emocionada.- ¿Estás dando saltos?

- ¿Lo escuchas?

- Estas dando varios golpes al suelo, sí, lo escucho.

- Como para no hacerlo, os voy a ver a todos por fin, a Leo y a ti.

- ¿Y a mí?

- A ti también, Higuain.- reí al escucharle de fondo.- Pero sobretodo a ellos dos.

- Genial, ahora déjame dormir.

- Vale, chao.- sonreí y colgué.- ¿Qué?

- Nada.- ellos dos sonrieron desde atrás.

- ¿Tenemos entradas?

- Bianca, siempre que hay un partido del Barça allí estará ella.

- ¡Bien!- hice uno de mis bailes ridículos hasta que me di cuenta.- ¡Todos a terminar la comida! ¡Vamos!

- ¡Sí, mamá!-gritaron al unísono.

Fui junto a ellos a terminar de comer. Después subí arriba buscando la camiseta de argentina de Leo y unos pantalones negros junto unas vans. Me fui a duchar y después me uní a los dos, que estaban jugando a la Play.

- ¡Me ganó!

- Soy el mejor en el Fifa.

- No, ese soy yo.

- Chicos, chicos, soy yo.- los dos se rieron después de un corto silencio.- ¿Qué? ¿De qué se ríen?

- Sos una paquete, hermanita.

- Y tú también, os gano a los dos, la familia Martínez derrotada por Marc Rubio.- él sonrió sacando músculo.- Soy el mejor.

- Cállate.- dijimos Thiago y yo al unísono.

- Me voy a mi casa, tengo que cambiarme y llamar a Toni antes el partido.

- Adiós.- Marc se fue de repente y me quedé mirando a Thiago.- Tú deberías hacer lo mismo, tienes que preparar todo para el trabajo.

- Voy, tranquila solo una part...

- No.- desenchufé la tele.- Ahora.

- Vale, ya voy, tranquila.

Subió a cambiarse y bajó unos minutos después, con la cámara colgada del cuello y una libreta junto su respectivo bolígrafo en mano. Poco después, recibimos la llamada de Bianca y nos fuimos en taxi hasta donde habíamos quedado.

- ¡Ya estamos!

- No...

- Hola.- Thiago sonrió a Bianca y yo me quedé viéndoles, Pol se estaba riendo junto Ariadna.

- ¡Thiago!

Me alejé un poco de él al ver con qué velocidad iba ella a por mi hermano. Se lanzó a por él y abrí mi boca junto mis ojos al ver como ella rodeaba su cuello con sus brazos y le daba un beso de película mientras que él sonreía en el beso abrazándola.

- ¿Qué...acaba...de...pasar?- pregunté por fin y ellos se miraron avergonzados.

- No pude aguantar viéndolo aquí, lo siento.- Bianca respondió con voz de niña inocente.

- Te dije que no hicieras nada con ella.

- Tiene una explicación, estuvimos hablando un tiempo, el tiempo que estuvieron en Argentina y empezamos una relación que pasó a ser a distancia y bueno...acepté venir aquí por ella... ¡Y por ti, claro!

- Pero... ¿Cómo?

- ¿Te acuerdas aquel día que no fui con vosotros porque estaba mala? Era mentira, me quedé con tu hermano todo el día.

- ¡¿Qué?! ¿Todos lo sabían?

- Sí.- Pol respondió y levantó sus hombros, indiferente.- Míralos, se quieren.

- Le quiero.- dijo Bianca uniendo sus manos.

- Dale, hermanita, te prometo que no le haré daño, no haré lo que el estúpido de Óscar hizo contigo.

- ¿Me lo prometéis? ¿Los dos?

- Sí.- dijeron al unísono.

- ¡Venid aquí familia!- dije después de un silencio y me abracé con ellos dos.- Marc también lo sabía, ¿No?

- Sí, lo sabía.- apareció detrás de mí, pasando su brazo por mis hombros.- ¿Entramos?

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora