Call Me Yura

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Había pasado la semana establecida, el pediatra salió de su consultorio para llamar al último paciente

-Viktor y Yuuri Nikiforov- mencione sin respuesta alguna
-Yuuri Nikiforov- igual, sin respuesta alguna. Estaba a punto de retirase cuando una voz ¿familiar? Se escuchó
-Vengo en sucesion del cerdo y el calvo- dijo aquel chico de tez blanca y cabellos rubios
-¿el calvo y el cerdo? -pregunté algo confundido, pero riendo discretamente.
-Viktor y Yuuri Nikiforov- suspiro -me encargaron al mocoso y pues aqui está- acercándome a Hiroki -Hazle lo que quieras- sentándose en una silla en el pasillo
-lo siento, pero tu me tienes que acompañar- dije autoritario -es necesario que escuches las indicaciones- sentenció
-se las puedes mandar por e-mail viejo- no despegaba la vista de su celular -además ese niño no me necesita- Hiro solo reía.

-vamos - lo tomo de la polera negra que tenía y el Nikoforov solo nos siguió.

Ya dentro de aquel cubículo Otabek miraba una escena bastante peculiar: Hiroki sostenía fuertemente la mano del joven, le tenía miedo, el niño que siempre lo miraba sonriente le temia, no a el sino a aquel artefacto que tenía en sus manos... Una jeringa

-vamos cosa, no te hará nada malo- dijo el chico
-Hiro, ya sabes que la necesitas- susurro Otabek -si me dejas ponerte la inyección te doy una paleta- soborno aquel moreno
-No- concluyó el menor -Otabek malo- dijo mientas le sacaba la lengua
-¡Dios Hiroki!  De tus dos padres tuviste que ser igual de gallina que el anciano - bufo -Ven- alzó al nene y el se sentó en forma de loto, acurruco a Hiro entre sus brazos y desprendió su olor de omega protector

Otabek quedó en estado de shock ¿porque ese olor se le hacia conocido? Vagos recuerdos dislumbraban en su cabeza ¿lo conocía de alguna parte?

-oye oso- dijo el rubio aventandole el zapato de Hiro en la cabeza -hazlo, lo tranquilice- sonreía
-ahh... Claro- debía de dejar su mente en blanco.

Lo inyectó, pero no se podía concentrar en lo que hacía ¿su mente lo engañaba?

-bueno... -calló unos segundos Otabek -¿cual es tu nombre? - preguntó pensando que si lo sabía iba a recordar de donde lo conocía
-Yuratchka Plisetsky... Puedes decirme Yura- dijo mordiéndose los labios, Yuri lo había reconocido por ese olor peculiar a pino y limón que desprendía su bata
-Bueno Yuri, soy Otabek Altín- le extendió la mano, no se atrevía a llamarlo Yura.

Cuando ambos chicos estrecharon sus manos una corriente electrica recorrió sus cuerpos... Sus animales internos lo sabían, sus seres se reconocieron. Yuri lo habia encontrado.

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Yuri llegó a casa algo agitado y nervioso, ¿el era el alpha con el que habia estado aquella noche?

-gatito, llegaste- se escucho de la sala
-estúpido calvo ¡no me digas asi!- pateo la parte trasera del sofá
-Yuri ¿como te fue con el pediatra?- pregunto el pelinegro -¿Otabek te dijo algo más sobre los cuidados de Hiro?- tomando al niño dormido entre sus brazos
-solo que si enfermaba lo llamaran- al menos habia escuchado eso -me voy a dormir- dicho esto subio las escaleras.
Necesitaba tranquilizarse, entró y se ducho, busco entre su ropa sucia aquella playera que llevaba esa noche y oliendola susurro con aire de victoria

-Te encontré - acostándose para dormir.

"Sus manos se sentían frías, un frío bastante sexual

-¿TE GUSTA? - preguntaba mientras sus entrepiernas se rozaban.  El solo asentía mientras era acariciado por aquellas enormes manos.

La ropa se fue haciendo poca en esos cuerpos sudorosos y los gemidos se escuchaban por toda la habitación. Trataba de ser cohernte, pero aquel cuerpo en el cual encajaba perfectamente lo comenzaba a volver loco, los dedos fueron poco cuando habia tocado aquel punto en su interior

-Haz.. Hazlo- gemía en en cuello ajeno

Comenzo a arañar la espalda de aquel hombre, escribiendo cosas extrañas y mordiendo las clavículas que resaltaban de aquel bien formado torso

-adentro, vente adentro- grito con una voz media femenina

-Bebé lo que tu quieras- respondió con una voz ronca...
Accion en cadena "

Despertó de aquel sueño al día siguiente, la playera lo habia hecho recordar esa noche y lo peor fue que le gustó hacerlo

¿se estaba volviendo loco?

Tomo sus cosas y se dirigió a la academia en donde daba clases de ballet, no desayunó y solo se dedico a mirar a su gato.

-Potya ¿crees que sea el?- el gato solo maullo.

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Yuri ya reconoció a Otabek... ¿el kazajo hara lo mismo con el?
Gracias por los votos y vistas.  \(*T▽T*)/

(Otra) Historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora