A final de cuentas, sola

Capitulo 2: El comienzo de una despedida

El 19 de julio de 1998. Un día. El día. Totalmente fuera de lo normal. Solo imagínense, yo sentada en el típico asiento, comiendo el típico almuerzo, usando la misma ropa aburrida cuando pasa algo "fuera" de lo típico. Fue un "hola" el que cambio algo en mi vida.
Se llamaba Cristian Berry y es el culpable de mi cambio de rutina de la aburrido a algo un poco más interesante. Me dijo que quería saber mi nombre y luego que quería que cuando sea mayor de edad recuerde a todos los alumnos de la escuela que asistiría. Habló mucho.
Luego de contarme su vida, sus sueños, ambiciones, y temores, me invitó a su casa ya que le agradaba mucho; cosa que no entendía ya que había sostenido 3 oraciones en la conversación de 10 minutos que tuvimos (si es que se le puede llamar oraciones a mis palabras sin coherencia que repetía, desentendida de porque un chico me estaba hablando). ¿Será que me invitó por qué le gustan las personas calladas?¿Será que invitó a todas las personas?¿Será que le dí lástima? Lo averiguaría en su casa luego.
Una vez en mi casa, luego de contemplar las bocas abiertas de mis padres después de que les dije que tenía planes está tarde, no sabía que ponerme. Posteriormente de haber buscado en toda la ropa de la casa ya tenía mi vestuario. Esta tarde empezaría mi vida social. Estoy muy...
-¡RING!¡RING!
Sonó el teléfono y mi vida volvía a su ruina.
- Le informamos que el joven Cristian Berry a fallecido en un accidente automovilístico.