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Pecados

Pecados, todos los hemos cometido y lo seguiremos haciendo, es la naturaleza humana, lo prohibido siempre será lo mas tentador, pero si hay una escala en el averno, de seguro nosotros tres estamos hasta el final.
Nuestra pecaminosa historia comenzó un  25 de octubre.
Zacarias , nuestro profesor de filosofía, ingresó ese dia y se presentó con mi clase como el nuevo profesor, era joven, recién salia de la carrera, y para las zorras del salón eso lo hacía mas atractivo.
Mi mejor amiga Yenefer se sonrojo cuando lo vio y admito que hasta cierto punto, me intereso su atractiva y seductora silueta, que aun con ese traje de maestro, se le podía notar su definida figura.
Paso una semana y ya era famoso en la escuela por lo joven que parecia y también por las incontables maestras que se le insinuaban en los recesos.
Fue el primer martes de noviembre en el que sentí una extraña admiración, estaba preparado y seguro de lo que nos decía y admito que sus formas de enseñanza eran muy innovadoras y profesionales, en ningún momento se mostró interesado en ninguna chica, al menos no sentía que las palmaditas que me daba en la cabeza cada que me veía, fuera una señal de interés y  aun siendo de 5 semestre de preparatoria, el hacia su trabajo de manera profesional, creo que es eso lo que despertó algo en mi.. despertó el primer pecado.
9 de enero, para ese entonces ya estábamos en el 6 semestre de prepa y Yenefer ya me había confesado su amor por el profesor, le comente que era algo normal y que se le pasaría en un tiempo, pero me indigne y confundi  cuando dijo - creo que el sentimiento es mutuo-
Yen era una chica muy energética y animada, con una sonrisa radiante, un pelo largo y semi dorado, con piel bronceada y figura de gimnasta, con muchos pretendientes, en ocasiones no podía contener sus impulsos carnales y tenia intimidad con diversos chicos, inclusive chica.. ¡De acuerdo no era una santa!, pero tampoco una mentirosa, hasta ella se denominava como una "zorra honesta" y es por eso que su comentario me afecto tanto.
10 de enero, decidi que debía aclarar lo que Yen habían dicho, asi que le comenté al profesor que me gustaría preguntarle algo después de la clase, el aceptó y después pidió que tomara asiento, el resto de la clase me dedique a ver rasgos de coqueteo de parte del profe hacia Yen, pero todo parecía normal, excepto cuando le preguntó al profesor - ¿cuando fue su último beso? - con una sonrisa sínica en el rostro, el se sonrojo por un momento y contestó - evita decir comentarios fuera de lugar-, diciéndolo como si entre ellos hubiera acontecido algo.
Al terminar la clase espere a que todos se marcharan incluyendo a Yen, era la ultima hora de escuela asi que todos querían irse rápido.
Estaba nerviosa, muy nerviosa, no sabia que preguntar ni como hacerlo, estaba roja y agitada algo poco común en mi ya que soy muy sensata y calmada, pero el hecho de estar a solas con el y ver como se desajustaba la corbata para ponerse comodo  hacia que el ambiente se tornara algo intenso  y cuando por fin estaba apunto de pronunciar alguna palabra, de repente, suena su celular.
El contesto y yo solte un suspiro que hizo que hasta me tocara el pecho del alivio.
El profesor tomo sus cosas y se dirigio a la puerta con pasos firmes,  yo le estorbe en el camino, entonces el sonrío dándome un pequeño papel, lo tome y se retiro diciendo - asi podrás decirme todo lo que quieras-, no se que habrá pensado, ni si ese momento fue acto de Dios o del diablo, pero ese pequeño papel.. tenia su numero.
Llegue a mi departamento, pequeño pero acogedor, hice mi rutina de todos los dias y cada 10 minutos veía mi teléfono pensando si debería hablarle o no.
Estaba  acostada en mi cama lista para dormir cuando un gran deseo seguido por el morbo y la curiosidad me hicieron tomar el pequeño papel y marcarle al profesor y asi también cometer el segundo pecado, no pasaron ni 5 segundos cuando escuche su voz - ¿bueno?- su voz es aun mas seductora y dominante por teléfono, tanto que me quede muda, el insistió - ¿quien habla?- cuando reaccione y le dije mi nombre, el contesto con un tono de alivio y felicidad - me alegra que llamaras-
Y a mi me alegro mas haberle llamado ese dia, conversamos de diferentes temas y nos contamos cosas como si fuéramos amigos de toda la vida. Nunca le pregunte nada sobre Yen, es mas, la platica se centro en mi; mis gustos, mis ideas, pasatiempos y preocupaciones. Era la primera persona a la que le decía tanto en tan poco tiempo, tal vez por que no tengo muchos amigos o por que sentía mucha confianza en el, no se y la verdad no me importa, solo se que me hacia sentir bien y nunca me había sentido asi.
Al dar las 2:00 am decidí que ya era hora de dormir, me despedi de el de la forma mas formal posible refiriéndome a el como maestro,  se despidió diciendo - por favor llámame por mi nombre, ¿ya somos amigos no?-.
Después de colgar me quede pensando en lo que habíamos hablado y llegue a una conclusión: Yo quería ser mas que su amiga