Ann (#FNAFHS) Segunda Parte ¿Quién soy?

Capitulo 33 Siempre te ayudaremos

ANN:- Spring...

No podía aclarar mis ideas después de su confesión. Desde que lo dijo abrí mis ojos como platos. En ellos todavía había unos rastros de lágrimas.

SRING:- Ann! Perdona! ¡Lo dije muy rápido, no... no debí decirte algo así, olvídalo! –lo decía como si hubiera hecho le error más grande de su vida.

ANN:- No te preocupes, es que... este tipo de temas es... -no encontraba la palabra- sorpresivo... no... me lo esperaba.

SPRING:- Ay! ¡¿Por qué..?! Todo esta situación es por mi culpa! ¡Soy un idiota por decir algo así, en un momento tan inoportuno! ¡Perdóname, cuando me contaste todo tus problemas no lo pude evitar!

Sonaba alterado, realmente se mostraba arrepentido por lo que hizo.

ANN:- Spring! –puse una mano en su pecho, o sea en su corazón –no debes culparte de nada, está bien. Dijiste lo que sentías y está bien. Solo... que yo... ahora no estoy lista para esto...

SPRING:- Entonces quiere decir que nosotros tenemos una oportunidad...? -dijo mirándome de nuevo- Respetare tu tiempo... lo siento.

En ese momento estornude. ¡¿Por qué a mí?! ¡Ya me resfrié!

SPRING:- Ann, es mejor que vengas a mi casa. Te puedes engripar si te sigues mojando.

ANN:- Tu también –mire su sudadera que estaba hecho sopa.

Fuimos corriendo hacia hasta unos callejones y finalmente llegamos a la vereda donde estaba la casa de madera. Sabía que el estropajo casi no tenia dinero, pero... no pensé que viviera en una casa así, pensé que estaría en una igual a Foxy. Pero al rubio no lo note deprimido.

Llegamos y entramos. El techo tenia algunos espacios vacíos, por lo que entraba algunas gotas que mojaban el piso de tierra.

Parece que Spring notó mi sorpresa respecto al techo.

SRING:- Perdona que te muestre algunos fallos de la casa –dijo rascándose la nuca- pero eso tiene solución.

Salió rápidamente de la casa y unos segundos después escuche el sonido de una chapa metálica rozando con la madera. Volví a mirar el techo y vi que alguien estaba arrastrando una chapa haciendo que tapara los huecos.

Otros segundos después apareció Spring más mojado que nunca, pero con una gran sonrisa.

SPRING:- Listo, problema solucio... 

Lo que lo interrumpió fue un estornudo, lo que me causo risa.

ANN:- Parece que todavía tenemos que solucionar el tema de la ropa mojada.

SPRING:- No hay problema, déjamelo a mí. Mientras acomódate donde te sea mejor.

Agarró unas cuerdas y los ató de las dos paredes para que se colgara la ropa mojada. Antes de escaparme de casa, me había puesto una sudadera color azul con algunas rayas rojas. Era mi favorita. Por suerte solo fue eso que se mojó, ya que no tenía otra muda de ropa, solo la ropa que tenía puesta y el uniforme.

Colgamos nuestras sudaderas en la cuerda y rápidamente Spring armo con unas ramitas secas una pirámide y les prendió fuego. Como el suelo era de tierra húmeda por la lluvia no había problemas de que la fogata incendiara nada. No lo conectaba nada, solo había que ser cuidadoso.

Nos sentamos alrededor de la fogata y el me ofreció un tomate. Yo la acepte con ansiedad ya que estaba muerta de hambre. Era la segunda vez que un tomate me salvaba, la primera fue en el campamento.