Cuando Camila llegó ante su casa y vio la furgoneta blanca, se le encogió el estómago, pero se atuvo al plan. Siguiendo las instrucciones de Lauren, metió el coche en el garaje subterráneo y se detuvo al otro lado de la verja, para cerciorarse de que nadie entraba detrás de ella antes de que se cerrase. Después de aparcar, echó un vistazo al garaje, por si había algún desconocido. Parecía vacío. Se acercó al ascensor, vio una sombra alargada a su derecha y dio un respingo. Estaba a punto de gritar cuando reconoció a Lauren, que caminó hacia ella sin decir nada. Cuando la puerta del ascensor se cerró, Camila suspiró, aliviada, reprimiendo las ganas de tocar a Lauren.
—¡Cuánto me alegro de verte! Me aterrorizaba la idea de entrar en el apartamento. He visto la furgoneta. Supongo que no han renunciado._ Lauren apretó el botón del piso previo al de Camila. Cuando se abrió la puerta, salieron y se dirigieron a la escalera. Lauren se acercó a Camila para susurrarle unas palabras al oído. Camila sintió algo inmediato e intenso; apenas oía la voz de Lauren sobre los acelerados latidos de su propio corazón.
—Cuando entremos, hablaremos de cosas intrascendentes. Mete ropa para mañana en una bolsa de la compra mientras comentamos dónde iremos a cenar. Menciona algunos sitios. Guardaremos la bolsa en mi coche y nos acercaremos a Mio's a tomar una pizza. Te traeré aquí para que cojas tu coche por la mañana. ¿Te parece bien?_ Camila retrocedió un poco para mirarla a los ojos y permanecieron así, a escasos centímetros la una de la otra. Camila no supo si había pasado un segundo o diez minutos. De pronto, una puerta se abrió de golpe varios pisos más abajo y oyeron pasos apresurados. Un hombre de veinte y tantos años, con un maletín y una bolsa al hombro, subía las escaleras a todo correr, pero se detuvo al verlas. Era más alto que Lauren, de una belleza tosca, y en sus ojos azulados brillaba la alegría.
—¡Caramba, qué maravilla de mujeres! ¿Queréis que os invite a uno de mis partidos de rugby? Tengo unos diez amigos guapísimos a los que les encantaría conoceros. _ Camila se dio cuenta de que Lauren se ponía tensa, por lo que decidió llevar las riendas de la conversación.
—Tus amigos juegan en el Marina, ¿verdad? Tenemos una cita, pero intentaremos ir a veros después. ¿Te parece bien?._ propuso Camila.
—Lo tomo como una cita. —Les dedicó una amplia sonrisa—. Me llamo Louis. Será mejor que vayáis o mis amigos no me creerán cuando Ies hable de vosotras. ¡Hasta luego! —Abrió la puerta y desapareció.
—Los australianos no son nada tímidos._ dijo Camila.
—Desde luego. —Lauren hizo un gesto de indiferencia y subió las escaleras, seguida por Camila.
Tras comprobar si había aparatos de escucha, ambas charlaron mientras Camila se ponía unos vaqueros y una sudadera, y guardaba ropa y maquillaje para el día siguiente en una bolsa de la compra. Le hizo gracia que Lauren tuviese el detalle de irse a otra habitación mientras ella se cambiaba de ropa. Tras elegir un traje que acababa de recoger en la tintorería, sugirió cenar en un pequeño restaurante francés del Golden Gateway Center para que la oyesen los espías. Diez minutos después salieron del apartamento. Lauren ayudó a Camila a meter la bolsa en el maletero de su coche y luego se dirigieron a Mio's, una maravillosa pizzería italiana a la que Lauren solía ir cuando estaba en San Francisco. Camila no había obedecido sus instrucciones sobre la bolsa de la compra al pie de la letra, pero daba igual. Si no daba igual Camila se iba a enterar. En Chestnut Street había muchos restaurantes de moda con clientela de Marina, pero aquél era el que ofrecía mejores pizzas y el más concurrido. Lauren le dijo a Camila que, aunque las hubiesen seguido, nadie podría escucharlas. Buscaron una mesita en un rincón al fondo del restaurante y pidieron una pizza, ensalada y una botella de Sangiovese. Lauren escuchó a Camila con atención cuando le habló de Alexa, del fragmento de conversación que había oído y de la misteriosa desaparición de las llaves de su secretaria.
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Primer Impulso (CAMREN) Adaptación
FanfictionCuando un fraude de fondos de alto riesgo deriva en asesinato, una mujer teme por su vida mientras otra arriesga su corazón para protegerla. Camila Cabello es una joven espabilada y con muy buenas perspectivas profesionales que trabaja en una presti...