Capitulo 31: La pelea.

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Sentí una cierta sensación de vergüenza al observar que Joel no tenía remera. ¿Por qué anda sin remera como si nada? No pude evitar mirar aquel torso desnudo. No pude evitar mirar los músculos que surcaban su pecho y abdomen. 

'Por dios que lindo sería poder besar cada músculo de ese cuerpo' —la voz de sonó algo agitada en mi cabeza.
'No puedo creer que estés diciendo eso'
'¿Y cómo no voy a decirlo, TN____? ¡Mira lo que es eso! Simplemente admite que no esperabas que el maldito fuera tan condenadamente atractivo'
'Verdaderamente... no'

Nerviosa saqué mi mirada de él y miré a Erick pude notar su mandíbula tensa. Sus ojos verdes brillaban pero con la intención de hablar y contar todo. Si él le dice que besó a Isabella esto no va a terminar bien... o quizás Joel se ría y suban las escaleras para ir a jugar como dos niños a la play station. 

—¿Por qué siguen callados? —preguntó Joel parándose derechamente en la puerta. Cruzó sus brazos sobre su pecho y cada músculo de él se tensó más —¿Por qué dices que estás comportándote como yo, Erick?

—Joel, yo tengo que contarte algo —dijo el castaño. Ahora la que se tensaba era yo.

—Erick, no —susurré. Él me miró.

—¿Por qué no, gitana? ¿Qué están escondiéndome? —preguntó el. 

Respiré profundamente y decidí que era mejor quedarme callada. Ya no era prudente, ni mucho menos lo mejor que yo siguiera metiéndome en todo. 

—Joel yo... el otro día yo —comenzó a hablar Erick. Comencé a mover frenéticamente los dedos sobre mi pierna.

—¿Qué pasó el otro día? —preguntó Joel ya impaciente. 

—Besé a Isabella —soltó Colón sin siquiera respirar.

Rápidamente miré a Joel y su ceño se frunció. Sus brazos se descruzaron y miró bien a su mejor amigo. 

—¿Qué? —dijo sin poder creerlo.

—Pero todo tiene una explicación —dijo Erick ya un poco nervioso.

—Claro que tiene una explicación y más vale que empieces a soltarla ahora mismo —la voz de Joel sonó amenazadora. ¿Él no sería capaz de lastimar a Erick? ¿O si?

—Bien fue... fue después de la heladería yo la llevé a su casa y en el camino... en el camino estuvimos hablando y después bueno... después todo pasó muy rápido Joel, yo no... yo no quise hacerlo, amigo.

—¿Besaste a mi novia?

—Si pero no... no... Es muy gracioso todo, Joel—dijo tratando de sonar despreocupado. Pero sus nervios lo estaban traicionando —Bella ha estado muy nerviosa por todo esto, piensa que es el fin del mundo. Pero no lo es... ¿cierto?

Ambos miramos fijamente a Joel, esperando alguna reacción de su parte. Sus ojos miel estaban más cafés de lo normal.

—Eres un traidor, Colón—rugió y se tiró encima de él.

No alcancé a impedir que cayera encima de Erick y ambos terminaran en el pasto del jardín de la casa. Los golpes comenzaron.

—¡Joel, no! —le grité y me acerqué a ellos para separarlos. 

No sabía con perfecta claridad quien era quien. Los golpes iban y venían de ambos lados. Ambos decían incoherencias y se insultaban. 

—¡Tú no sabes respetarla, idiota! —escuché que Erick le decia Joel.

—¡Claro y eso te da el derecho de ir a darle consuelo! ¿Verdad? —dijo el castaño. 

—Yo no la busqué para darle el consuelo... ¡Tú mismo la tiraste a mis brazos esa noche como si no fuera nada tuya! 

Nothing in my way.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora