Stiles deseaba una familia con Derek, pero sobre todo deseaba ser ese niño que se robaba la atención junto a la sonrisa babilónica de su Sourwolf, sin saber que el moreno sonreía al imaginarse sus hijos son su "castaño parlanchín"
Pobre Stiles que...
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—Alan Deaton podrías dejar el estúpido suspenso de lado y decirnos de una vez por todas lo que nos importa ahora.
—Que aburridos. —Dice Deaton alargando la última palabra y haciendo una mueca que saca la carcajada del pequeño.
Stiles se sienta cómodamente en el regazo del de piel oscura. —Y tú Stiles ¿Qué opinas? Dejamos por unos días el suspenso o digo todo lo que se acerca de tu nueva condición. —El chiquillo toma una posee pensativo mirando al infinito lo que ocasiona un estruendoso bufido de parte de todos los de la manada, pues todos ahí, saben que aquel niño aún es Stiles por lo que a pesar de ser un pequeño chiquillo de cinco años que no los recuerda, se puede vengar de todos por las cosas que en el pasado le han echo por broma o juego.
El castaño mira a todos con una sonrisa traviesa y tanto Derek, Scott, Peter y Noah saben lo que se avecina «Nada de información hasta que él así lo decida»—me encantaría mantenerlos con la intriga, pero yo tampoco se lo que sucede conmigo así que ¿Deaton, verdad? —Dice el niño no muy convencido del nombre del druida —si, pequeño, la mayoría me conoce cómo Deaton. —Bueno en ese caso Deaton podrías decirnos a todos que pasa conmigo, porqué... qué yo recuerde, a penas hoy cumpliré cinco años y todos ustedes dicen que yo en realidad no los tengo, supuestamente ustedes ¿Cuántos años tengo en verdad? Y sean sinceros, odio que me oculten algo sabiendo que puedo ayudar, sí se todos los puntos de la situación.
—Stiles, hijo, tienes 16 años, vas al instituto con tu mejor amigo Scott. —Dice Noah mientras señala al nombrado, el latino por su parte atina a sonreír y le da un saludo algo gracioso para todos, pero para Stiles es uno muy conocido.
—¿Scottie? Pero... ¿Cómo? ¿¡Eres un hombre lobo!? Tú eras un flacucho y débil humano.
—Creo que ambos pensamos eso del otro... ¿Qué cosas, no?
—Me llevaré otra sorpresa si pregunto el porqué de eso.
— Digamos que tú eras antes —de que te volvieras un niño de cinco años que en realidad es un cambia forma—que nosotros te conociéramos o que a tu mejor amigo lo mordieran, (ésta situación me hace divagar cómo lo haces tú a diario), el caso es que apenas ayer tú eras el humano débil y enclenque —por así decirlo—aunque siendo sincero eras de gran ayuda para todos nosotros, pues eras el que investigaba cualquier amenaza... —Jackson hace una pausa mirando a todos para después continuar con su diálogo. —Ahora ya entiendo porque sabias más cosas de las que encontrabas en internet, pues habrás bloqueado tú mente —por una razón que aún desconozco— a pesar de eso los recuerdos del bestiario que Talia te leía, incluso, hasta Laura lo hacía, siempre los tenías presente y cuando investigabas de aquel ser, tu mente lo reactivaba lo ya conocido. —Toda la manada mira de forma sorprendida al rubio debido a que es la primera vez, desde que lo conocen, que habla con algo de inteligencia y resuelve algo que los demás ni en cuenta.
