Un ser dejando ser

Un desierto seco, inmenso con montañas de arena y un sol brillante que ya casi se esconde detrás de ellas. Eso es todo lo que se logra ver. Y en medio del desierto va vagando un ser. Se ve hambriento, sediento e maltratado. Aun así se ve radiante, creo que hoy será su día de suerte...

Llegó este ser a las cercanías de mi oasis y allí se arrodilló. Le grité para llamar su atención y llegara a beber de mi agua, pero no me escuchó. Hasta donde pude ver, está bebiendo agua de la fosa podrida. Entonces pensé que debo ir a ayudarle y traerlo a mi oasis a beber agua limpia y pura. Tapé mi oasis con una manta para que no callera nada en el, así el agua se mantendría mas limpia para cuando él venga a beber. Salí a buscarlo tan rápido como pude y llegué a donde estaba él. Al acercarme lo invite a beber agua limpia de mi oasis, pero se negó. Dijo que ya no tenia sed, que lo que tenia era hambre. Ven conmigo a mi oasis, allí tengo frutas que puedes comer, le dije. Pero el ser desconfiaba de mi y rechazó todo lo que le ofrecí. Regrese a mi oasis y allí guarde todas las frutas en unos sacos bien sellados para que así se mantengan frescas mas tiempo y no la dañen los insectos. Así, si el ser viene a mi oasis tiene agua limpia y frutas frescas. Ya se escondía el sol y se hacia oscuro. Llamé al ser desde mi oasis para que viniera a pasar la noche. Me escuchó y se acercó pero luego se alejó huyendo de mi. Mientras corría y se alejaba gritó hacia mi, "Mentiroso, no hay agua en ese oasis ni frutas como me decías. Usted quería que callera en su trampa. Usted quiso aprovecharse de mi situación". Y así desapareció en la oscuridad del desierto y nunca mas lo volví a ver. Hoy día todavía pienso si quitar la manta que tapa el agua y la mantiene limpia o si sacar las frutas que tengo en sacos manteniéndolas frescas. Tal vez siga bebiendo agua de las posas podridas. No sé si volverá a pasar por aquí, pero aun las mantengo tapadas. Quiero dar lo mejor cuando el extraño ser necesite volver.