Aún recuerdo aquel día de primavera donde los arboles de cerezo alrededor daban una bella vista a aquel café donde te conocí, te encontrabas en la entrada de aquel lugar barriendo, aunque no te veías muy feliz haciéndolo, decido acercarme a ti y con una sonrisa en mi rostro me ofrecí a ayudarte a barrer aquellos pétalos que se encontraban esparcidos por todo el suelo del lugar, me miraste fijamente con una expresión molesta en tu rostro, no entendía porque me mirabas así, luego bajaste tu mirada al mis pies al mirar me di cuenta porque te molestaste conmigo y es que pise donde tenías amontonado aquellos pétalos y volví a esparcir aquellos pétalos por todo el suelo arruinando tu trabajo que habías hecho hasta ahora, me disculpe contigo no sé cuántas veces, solo me entregaste la escoba que tenías en tus manos y te fuiste dejándome allí solo, así que pues no tuve más opción que barrer...
Luego de dos horas por fin termine de barrer todo el lugar, entre a aquel café para entregar la escoba, al verme te acercaste a mí con un uniforme en tus manos y me lo tiraste en la cara mientras decías "a partir de ahora trabajaras aquí", eso me sorprendió bastante pero aun así acepte, sí que necesitaba un trabajo.
A partir de ese momento empecé a trabajar contigo, a pesar de que en ocasiones discutíamos por distintas cosas era genial pasar tiempo contigo... Luego de un tiempo empezaste a faltar mucho al trabajo lo cual se me hacía muy extraño y cuando venias te veías muy mal pero por más que te preguntaba tú siempre me decías lo mismo "no te metas en mis asuntos". Un día mientras atendías a un cliente te desmayaste lo cual me asusto mucho, te llevaron al hospital y allí te dejaron por toda una semana en la cual no me separe ni un solo momento de tu lado, aunque al parecer te molestaba mi presencia pues siempre me decías que me fuera de allí, aun así no era capaz de dejarte.
Una vez saliste del hospital tenías que descansar en tu casa otra semana pero como eras tan desobediente ya al siguiente día de salir estabas trabajando. Eso me molesto un poco pero aun así no podía obligarte a descansar así que yo me encargaba de hacer las tareas difíciles para que así no te esforzaras tanto....
Con el tiempo vi que te estabas ya recuperando, te veías mucho mejor tal vez ese fue mi error nunca debí confiarme de eso, porque aunque por fuera te veías maravilloso por dentro tu cuerpo poco a poco se debilitaba más y más a cada minuto que pasaba... recuerdo aun el ultimo día que te vi, lo gracioso es que fue en el mismo lugar que te conocí por primera vez, en la entrada de aquel café, me encontraba barriendo las hojas del suelo, como estábamos en otoño habían bastantes, te acercaste y pateaste el gran montón de hojas que había recolectado en una pequeña montaña, esparciéndolas en todo el lugar y arruinando todo el arduo trabajo que había hecho "ahora sabes lo que se siente que arruinen tu trabajo" yo solo te miraba bastante molesto por lo que habías hecho, así que te acercaste con tu mano tocaste mi mejilla y antes de que pudiera decirte algo te acercaste y me besaste, al comienzo me sorprendió pero poco a poco correspondí aquel beso, fue un momento bello, único, te separaste de mi lado y dijiste "gracias por todo" luego simplemente te fuiste dejándome confundido... al siguiente día la peor noticia de todas llego, tú la persona a la que ame, a quien a pesar de tantas peleas y tontas discusiones conquisto mi corazón, tu a quien le di mi primer beso, habías muerto...
