Capítulo 3: Elizabeth O'Brien

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El rey se dirigió a paso rápido hasta la salida con el joven campesino siguiéndolo detrás, los nobles se encontraban en el salón platicando y murmurando unos con otros, el rey paso por ahí sin dirigir la mirada a nadie mientras que la realeza lo miraban expectantes, la reina se levantó de su asiento y se encamino rápidamente hacia donde caminaba el rey.

–¡Mi rey! –gritó la reina una vez lo alcanzo.

–¿Qué haces querida?

–Eso debería preguntarle yo a usted mi señor. ¿Acaso planea salir?

–Así es querida.

–¿Qué pasara con todos los nobles?

–Esto es más importante que toda esa gente.

El campesino miro al rey incrédulo ante sus palabras, por supuesto que para él su madre es más importante, pero ¿Por qué su madre es más importante que toda aquella gente importante? ¿Será verdad lo que dijo su madre? ¿Es hijo del rey Thomas?

–¡Pero que cosas dices Tom! ¿Dime que es más importante que el compromiso de tu hija?

–¡¿Cómo osas hablarme en ese tono Isabella?! Quiero que regreses ahí dentro y pidas disculpas en mi nombre, diles que tuve un compromiso urgente, mañana ya me comunicare con ellos para dar a conocer al futuro esposo de nuestra amada hija. Vuelve adentro Bella y dales el recado. –se acercó a su esposa y beso su frente–No me esperen despiertas.

Y salió de aquel palacio en compañía de su probablemente hijo camino al pueblo, lugar que el rey solo había visitado en dos ocasiones y esas dos veces eran para ver a la misma persona: Su amada Elizabeth ("Lisa" como solía llamarla) O'Brien.

–Jefferson. –se dirigió el noble hacia su empleado–Necesito que el carruaje esté listo para salir ahora mismo.

–Claro que si su majestad. Ahora mismo voy por Samuel para que los lleve. –hizo una referencia y salió a buscar a su compañero.

–Está usted muy cayado Dylan. –habló el rey.

–No sé que decir su majestad. Nunca había estado frente a un noble.

El rey rió.

–Por supuesto que no.

– ¿Es cierto?

– ¿Qué?

–Que soy su hijo.

–Shh... baja la voz.

–Lo siento.

El rey miró al joven campesino que tenía la mirada baja.

–Eres idéntico a tu madre.

–No lo creo su majestad.

– ¿Por qué lo dices? Juraría que estoy viendo la versión varonil de Lisa.

–No, está equivocado. Mi madre es una mujer muy hermosa, ella es carismática, alegre, amable y bellísima. –levantó la mirada y se topó con los ojos chocolate del rey que mantenían la mirada sobre él–Solo míreme a mí, soy todo lo contrario a ella. Me gustaría que fuera verdad.

–Dylan, eres idéntico a ella. No te conozco, pero sé que eres un buen joven. –el menor bajó la mirada y mordió su labio inferior– Además...–tomó la barbilla del joven y elevó su cara para que lo viera a los ojos–...deberías saber que nunca se contradice a un rey.

–Lo siento mi rey.

Jefferson llego en compañía de Samuel y este último se montó en el asiento del jinete.

"Bastardo Dylan O'Brien." [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora