-¿Dónde está mi hijo?- preguntó Johanna.
-El joven está durmiendo, dijo que estaba indispuesto a cenar.- anunció Gretel.
-De acuerdo.-
Toda la cena estaba callada, el único sonido era el de los cubiertos y los pasos de los sirvientes.
"Quiero ser libre."
Sonrió, el gesto más lindo que vio de Louis fueron sus arrugas al terminar su rabillo de sus zafiros.
-Harry ¿A qué se debe tú sonrisa?- preguntó la mujer delante de él.
-Si amor, dinos por qué esa sonrisa.- alentó su novia.
-Un recuerdo, nada espacial.-
-Sé dice que cuando un hombre sonríe por un recuerdo, la dueña es una hermosa mujer.- habló Mark, padre y cabeza de los Tomlinson, tomando la mano de su esposa.
¿Mujer?
-Debe ser por ti querida.- alardeó.
-Por supuesto madre, diles que recuerdos tienes de mi, cariño.- tenía todas las miradas Tomlinson en él, debía decir un momento que pasó con la rubia.
-Pues... Fue cuando volví de Francia y ahí estabas tú para recibirme.- tomó la mano de Lottie.-Ese hermoso recuerdo de tí tengo.- que mentira más falsa había dicho.
No sonreía por ella pero debía hacerlo, estaba mal sonreír por su cuñado, era indecente siquiera verlo de una manera tierna.
[...]
-¿Dónde está Louis?- preguntó a Gretel.
La mujer miró por los alrededores, previniendo de que las mujeres Tomlinson no estuvieran cerca.
-Atras, hay un camino que lleva al invernadero, detrás de él encontrará un granero viejo. Louis está allí.-
-Gretel.- la voz de su novia se hizo presente en la casa.
¿Por qué la chica no quería ser escuchada sobre donde se encontraba Louis?
¿Qué escondía está familia?
Anoche no pudo dormir, imaginado cosas indebidas, proyectándose lejos de esta casa y con otra compañía... En pocas palabras, se había visualizado con Louis.
Siguió las órdenes de Gretel, cerciorándose de que nadie lo siguiera.
Entre los árboles, se asomaba una construcción abandonada. Toda su fachada estaba en descomposición.
Gracioso, como incluso las construcciones, casas o granjeros, tengan un aspecto distinto por dentro, como en el caso de las personas.
Aquel lugar era espantoso por fuera pero el más bello por dentro. Había pinturas en decoración, dibujos trazados a lápiz, fotografías de paisajes y personas, esculturas. Las paredes tenían diferentes tonalidades e imágenes. Simplemente hermoso.
-¿Louis?- preguntó. Ninguna respuesta fue escuchada.
Recorrió cada centímetro buscando al ojiazul, quería charlar con él, debía hablar con él. De toda esa casa, con Louis era el único que podía hablar sin complicaciones.
Con el castaño, podía ser él mismo sin máscaras.
Entre varios botes enormes de pintura y utencilios de artesanía, encontró al castaño, estaba agachado recogiendo, lo que era basura.
Mantenía su trasero al aire, moviendo su cuerpo como si escuchase música.
-Louis.- llamó.- Louis.- el chico no giraba o reaccionaba, decidió tocarlo pero como siempre, el destino no siempre es como uno quiere.
Se tropezó con un pincel, provocando que su mano tocará el trasero levantado de su cuñado.
-¡Idiota!- gritó el castaño.
El rizado se encontraba ahora el en suelo, Louis lo había golpeado con una bolsa de basura.