Capítulo 54

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Finalmente se escuchó la puerta de mi habitación cerrarse y seguido de esto los zapatos de Micaela sobre el piso de manera que anunciaban su llegada.

Su cabello esta superior liso. Usaba un vestido rojo con lentejuelas simulando un cinturón por el frente y por la espalda un sensual escote. No llegaba gargantilla o collar, dado que era estilo harter, algo así me había mencionado. Pero era algo que no entendía del todo.

-Estas hermosa- dije y el corazón se me estrujo

-Gracias- dijo sonrojada -Tu te ves hermosa también- dijo al momento de estar solo a sentimetros de mi. -Si claro como digas- pensé sarcástica.

-¿Nos vamos?- pregunte haciéndome a un lado

*

¿Era mi imaginación? O ¿Barbara me estaba evitando? Seguramente es mi imaginación. Tomé su mano y volteo a verme. Le sonreí y no era mi imaginación...forzó la sonrisa. Seguramente era porque no le gustaban los bailes, pero seria el ultimo que tendríamos y no me lo quería perder. Y ella tampoco debía perdérselo.

Todas las miradas se posaron en nosotras al entrar al enorme lugar pero ya no me interesaba mucho que los demás me pusieran atención. Ahora la única atención que quería era de Barbara.

El lugar estaba decorado como si estuviéramos en el casino de Mortecarlo, desbordaba elegancia. Había mesas de Black Jack, Poker, ruletas entre Muchas cosas más.

La mirada despectiva de Daiana me recorrió de pies a cabeza, mientras que podía jurar que Prima estaba roja de la rabia.

Había unas cuantas mesas al aire libre, y Barbara prefirió esa zona. Claramente no me negué. Vuelvo a repetirlo ahora solo me interesaba ella.

El clima estaba increíble, el viento corría levemente pero no hacia ni frío, ni calor. Estaba perfecto.

-¿Que tienes?- le pregunte ya que estaba muy seria.

-Nada- sonrió y paso su brazo por mi hombro.

A pocos minutos Karen atravesó la puerta acompañada de Lujan que usaba un hermoso vestido anaranjado, que le quedaba perfectamente ceñido al cuerpo.

-Mica tengo que hablar contigo- dijo besando mi mejilla y luego la de Barbara. Quien seguía con su alarmante silencio sepulcral.

-¿De que?

-Ven- dijo tomando mi muñeca -Te la devuelvo en un segundo- se dirigió a Barbara antes de alejarnos unos pasos.

*

Ese era el momento, Micaela quería ganar una apuesta. Yo la ayudaría.

Note que Karen y Micaela terminaron de hablar, me disculpe y me puse de pie para caminar hacia ellas. Ella me recibió con una enorme sonrisa. Hipócrita.

-Micaela Te amo- dije de golpe y de la misma manera sus ojos se abrieron.

-Bueno chicas yo las dejo solas- dijo Karen dándose la media vuelta

-No- dije secamente sin romper la conexión de mi mirada con Micaela que cambio por sorpresa a intriga. -Creí que debías estar presente para comprobar quien ganaba la apuesta ¿no?- la mandíbula de Micaela si no estuviera pegada a su cráneo hubiera perforado el piso. -Me enamore como una imbécil de ti- le dije con un severo tono y note como sus ojos comenzaban a cristalizarse -Así que ganaste, felicidades y suerte con Prima- me di la media vuelta y entre al salón inundado de gente ignorando los llamados de Micaela.

Camine por el estacionamiento, solo quería llegar a casa, tal vez domir, tal vez ver televisión cualquier cosa que sacará de mi cabeza a La Falsa de Micaela Suarez.

-¡Bar detente!- Escuche su quebrada voz a mís espaldas. Me detuve y me di la media a vuelta. -Por favor déjame explicarte yo...

-¡No quiero que me expliques nada! ¡No me interesa escucharte! ¡No me interesa verte! ¡No me interesa absolutamente nada que tenga que ver contigo!- grite y solo encogió los hombros, estaba asustada. -Así que ten- dije bajando mi tono de voz, tampoco quería que creyera que la golpearia. -Son las llaves de tu auto, toda tu ropa esta en tus maletas y las maletas están en tu auto, te facilite el trabajo, así que ahora facilitarmelo a mi y desaparece de mi vida.

Tomé su mano y deposite su llave en esta.

*

-¡Barbara! ¡Por favor escúchame!- le suplique

-¿Que te escuche?- río amargamente -¿No te basta con haberme mentido estos últimos tres meses?- mi llanto no cesaba -O ¿Que? ¿Me vas a decir que la apuesta era un juego? ¿Una broma?- volvió a reír y sentí miedo -¡Claro! ¡Ya se! ¡Te enamoraste de mi! Y renunciaste a la apuesta ¡Claro! ¡Que estúpida que eres Barbara!

-Sólo...

-¿Pero sabes que es peor?- se acerco a mi sólo cerré los ojos, me dolía tanto que me hablara así. A pesar de merecerlo. -Lo peor es que yo sabia como eras y no me equivoqué- negó con la cabeza -Me equivoque al creerte, al creerte que apreciabas a mís hermanos, al creer en esos besos, esos abrazos y caricias.- mire sus ojos estaban llenos de lágrimas y de coraje.

*

-Cómo te habrás reído de mi- le había mostrado otra parte de mi que no conocía, me había entregado a ella sin máscara pensado que ella lo había echo también pero solo había sido un juego, sólo su diversión. -Micaela Suarez me arrepiento de todo lo que te dije- camine hacia mi auto y abri la puerta -Me arrepiento de todo- enfátice -De todo lo que paso entre nosotras.
















Me, Myself & I  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora