Mucho tiempo atrás existió un planeta , en el cual gobernaba alguien llamado Dios, este podia hacerlo todo, tenia todas las habilidades que existen, él creó ese planeta luego de crear todos los demas, y es que en los demas planetas los habitantes se habian revelado contra el y lo hicieron marcharse.
Pero en este nuevo mundo todo iba de maravilla, Dios gobernaba y como era un gobernador muy bueno sus habitantes estaban muy felices, a estos habitantes el les llamaba, pequeños dioses, y como eran creacion de Dios estos estaban dotados de todo tipo de cualidades, algunos con intelectualidad, otros con creatividad, belleza, amababilidad, honestidad, astucia, sabiduria..., el planeta estaba dotado de absolutamente todo en gran abundancia.
Y por supuesto, tenia que haber amor, entre los pequeños dioses existian hermosas parejas, un ejemplo de esto eran Apomo y Eryna, pequeños dioses de la ciencia y la música respectivamente, eran la pareja mas feliz de todos, inseparables.
Un día Dios los convocó a todos en un valle, y les dio una terrible noticia.
-Ya no viviran más aqui, lo siento mucho-dijo con voz retumbante Dios, dejandolos a todos perplejos.
Luego Dios desaparecio sin decir más, los pequeños dioses estaban intrigados, nadie lograba entender las palabras de Dios.
-Vamonos Eryna-dijo Apomo tomandola del brazo.
Apomo y Eryna aun desconcertados se acostaron sobre su suave cama, intentando descifrar esas palabras. Horas y horas pasaron hasta anochecer, y ninguno tenia una idea que los sacara de sus dudas, hasta que al final quedaron dormidos.
A la mañana siguiente despertaron en un valle, pero no era un valle que ellos conocieran, incluso la atmosfera de este tenia un olor que para ellos era desagradable.
-Donde estamos?- dijo Eryna
-No lo se, pero ya no estamos en nuestro hogar.
Caminaron y caminaron hasta encontrar a unos seres que se hacian llamar humanos, enteramente cubiertos por ropas que parecian sofocantes, y lo entendieron, estaban en la tierra, uno de los mundos que habian abandonado a Dios y que estaban sumidos en la miseria y la maldad, pero no entendían el porqué él los habia enviado allí.Por un momento se sintieron abandonados, arrojados a un mundo al cual no pertenecian.
Eryna solía llorar todo el tiempo, deseando volver a casa, y Apomo no encontraba la forma de aliviar el dolor de su amada.
Hasta que un dia Apomo tuvo la gran idea de encajar en este nuevo mundo, vestirse como aquellas personas y aprender mas sobre ese mundo. Y asi lo hicieron, pero estos humanos no tenian remedio, sus vidas habian caido en desgracia y eso era todo lo que conocian, Eryna y Apomo no podrian vivir entre toda esa maldad.
Pero Eryna lo entendió.
-Ya lo entiendo Apomo, nosotros no debemos aprender de los humanos, ellos deben aprender de nosotros, aquellos que no abandonamos a Dios, creo que por esa razón estamos aquí, para enseñarles a los humanos sobre Dios y los dones que el nos ha brindado.
-Eryna eres brillante!.
Desde ese momento asumieron su tarea, su misión, Eryna enseñaba a los humanos a expresar sus sentimientos a traves de la musica, a liberar sus almas del odio y la amargura, y deleitarse ellos mismos y a los demas con hermosas melodías, se dio la tarea de crear los aparatos de su tierra que producian bellos sonidos, le enseñó a los niños, a los adolescentes y estos le enseñaron a sus padres, muy pronto las personas que maldecían en las calles ahora cantaban y tarareaban las mas gratas melodías, y ella les enseñó que para que fueran felices de verdad todo lo que hicieran debia estar dirigido a Dios.
Apomo por su lado, les enseñó a los humanos el valor del conocimiento, asi podrian saber sobre si mismos y podrian ayudar a los demas, desarrollando asi la medicina, Apomo les enseñó como funcionaban sus cuerpos y como podrian cuidarlos, como funcionaban sus mentes y como podrian mantenerlas siempre bien pobladas de conocimientos, tambien el funcionamiento de los objetos para que pudieran aprovecharlos y fabricarlos, y por sobre todo les enseñó sobre Dios, sobre toda su bondad y que si siempre lo alababan su mundo sería algun dia como el de ellos.
Eryna y Apomo supieron que cumplían su misión porque Dios les hablaba y los felicitaba por haber entendido, y por haber utilizado sus dones para llevarlo a los corazones de aquellos humanos, y como Apomo lo dijo, no tardo este nuevo mundo en mejorar, ya los humanos amaban el mundo y la vida que Dios les habia regalado por lo que las cuidaban mucho más.
Los valles se veian poblados de flores, todo era verde, luminoso, la atmosfera ya no era desagradable,y todo porque habian vuelto a acoger a Dios en sus corazones.
Alguna vez sentiste que habías nacido en el mundo equivocado?
Alguna vez te cuestionaste tu proposito en la vida?
Tú eres un Pequeño Dios.
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Pequeños Dioses
Short StoryUna vez hace muchos milenios El Gran Dios los abandonó. Cómo sera su vida lejos de su hogar?