Everybody wants to rule the world.

12. Unión.

"Good Boys, has a bad side" 

—No puedo seguir con esto— Dean evitó la mirada de Castiel— no después de lo que acabó de sentir.

El ángel estuvo a punto de refutarle cuando el ambiente se enfrió súbitamente.

—De haber sabido que esto sucedería no te lo habría propuesto— al lado de Castiel apareció el chico que ya se había presentado como la muerte anteriormente, levantó una mano y Dean sintió que toda la fuerza abandonaba su cuerpo, antes de que se desplomara el ángel lo tomó de los brazos, evitando su caída.

—Lo siento, en serio. — susurró el chico antes de esfumarse.

Dean sabía que lo decía de verdad, ¿cada cuándo esperas que la muerte se disculpe por algo como eso?

El cazador se dejó resbalar por la pared del exterior de la mansión hasta quedar sentado en el suelo. Había visto el sufrimiento en los ojos de su hermano y sentido su esencia... algo que jamás olvidaría y seguramente le causaría pesadillas en la noche. Castiel se sentó junto a él y colocó una mano en su hombro.

Se quedaron en silencio, sin necesidad de llenarlo ya que no era incómodo. Por primera vez el cazador no tenía una frase sarcástica para decir.

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Entre Edward, Chris, Sam y Jakcson se habían encargado del cuerpo de Derek, un par de lágrimas salieron de los ojos de Ed, ya que jamás espero ver a su hijo de esa manera. En teoría los padres no deberían enterrar a los hijos, pero bueno la teoría siempre puede refutarse y encontrar otra nueva. Aunque ésta sea realmente dolorosa.

Habían hecho una fosa para el lobo, rodeándola de la flor de acónito y colocando un poco junto al cuerpo de Derek. Sam se limpió las lágrimas cuando terminaron de colocar toda la tierra de nuevo.

En el interior, habían colocado un círculo de sal alrededor del sillón donde estaba sentado el demonio. Noah le había puesto una mordaza para que dejara de reírse.

Jackson, al entrar a la mansión, se dirigió a la criatura con el rostro de su mejor amigo, levantó el puño, dispuesto a golpearlo, pero en el instante en que los ojos castaños del demonio se posaron en los verdes del chico se detuvo, recordándole que de alguna manera su amigo seguía ahí dentro. El demonio bufó cuando Jackson dio un paso atrás. Isaac llegó a su lado y posó una mano sobre la suya, tratando de calmarlo. El nogitsune enarcó una ceja ante el gesto, durante el tiempo que había estado con la familia de su huésped habían estado flirteando tan descaradamente que se había divertido viéndolos, aunque no sabía que ya fueran oficiales.

El de rizos jaló al chico, para alejarlo del demonio, mientras Dean entraba en la casa, seguido de Castiel como su sombra.

—Lo detectaste ese día en el hospital, ¿no es así? —le preguntó al ángel, que asintió en respuesta.

—Había algo en el ambiente, alrededor de él— señaló al demonio— pero no supe qué era— Dean asintió y caminó hacia el nogitsune. Éste alzó las cejas, esperando lo que sea que le fuera a decir el cazador.

—¿Por qué mi hermano? —le quitó la mordaza. El falso Stiles se relamió los labios.

—¿Por qué no? —Dean cerró los ojos con fuerza.

—¿Qué consigues poseyéndolo a él? —se agachó para quedar a su altura.

—Es el único con suficiente poder para abrir la puerta al infierno desde este lado— se encogió de hombros y miró a Sam— usarlo a él solo sirvió como distracción— ambos cazadores respingaron.