Decisiones

Capitulo I

Ring-ring-ring-

-Emma, emma!‼ -escucho decir a lo lejos a mi tía, y...ahí vamos de nuevo.

-Emma, porque presiento que haces esto a propósito. Programas el despertador y tengo que levantarme desde la habitación de junto y apagarlo.-esa es mi tía de nuevo.

-¿Qué? ¿Qué sucede?- digo somnolienta y vocalizo un ligero bostezo.

- Y no me vengas con que estabas dormida, porque puedo notar que te hacías la dormida- dice con su ceño fruncido y puedo notar que empieza a molestarse.

- Oye, no es mi problema tener el sueño pesado y que no note que el despertador está sonando. Además el día recién comienza, ¿podríamos empezar bien? Con un ¡buen día! Por ejemplo.- digo en un tono conciliador.

- trata de que tu sueño no sea tan pesado, y así será mejor- dice ella, con un poco de sarcasmo,- No obstante, ¡buen día! Y por favor no te demores tanto, que se hace tarde y tenemos que irnos, y esta vez no te espero.- dice en tono de aviso, me da un beso y se retira.

Todas las mañanas es el mismo dilema, y cuando digo todas, es todas, desde que tengo razón vivo con mi tia,basicamente ella fue y es mi como mi mama, mi madre biológica, que es precisamente la hermana de ella, me abandono a los cuatro años, según ella "no estaba destinada para ser madre", y en cuanto a mi padre, no quiso verme, ni nada, al principio fue difícil saber que tus padres te rechazaron, pero tengo a mi tía, ella se hizo cargo de mí, es quien me quiere como si fuera su propia hija, y me regaña de igual manera, y hablando de eso, nuestro dilema comienza por las mañanas, y es que nunca puedo oír el despertador por más que quiera, no sé porque, pero no puedo lograrlo, tengo el sueño pesado o algo así, y siempre ella termina apagándolo.

-Emma, ya te levantaste ¿no?-dice la susodicha desde su habitación.

Y sin más preámbulos decido levantarme, me pongo mis pantuflas y me dirijo al baño, seguido de cepillarme los dientes y otras cosas más. Finalmente me dirijo para ver mi outfit del día, y ahí viene la clásica pregunta ¿Qué me pongo? Decido por pantalón de jean tiro alto y una remera azul francia que dice "I'm happy", y unas vans, me cepillo mi cabello rubio, y como la mayoría de las veces decidí mantener el maquillaje al mínimo, solo utilice brillo labial con una pizca de rojo pálido,como el de mis labios.

-Emma, vamos, ya se nos hace tarde.- dice mi tia, desde el primer piso.

- Voy en un segundo. –tome mi bolso, el celular, y la chaqueta de jean, y baje de prisa las escaleras, para encontrar a mi tía viendo el reloj, al verme me dirige una amplia sonrisa.

-Esta hermosa, como siempre. Vamos- dice mi tía, en tono cariñoso, y se dirige hacia la puerta.

-Debo decir, que no estoy muy segura de si es así, ya que me miras, con ojos de amor.-digo en tono divertido y ella me da una mirada de aviso, y rio ,mientras caminamos hacia donde el auto. Y llegando al mismo, abro la puerta.

-¡Buenos días, Emma!- escucho de repente, que a la vez me asusta y doy un brinco. Giro hacia donde se encuentra mi vecino Thomas, que se encuentra sonriéndome ampliamente con sus ojos verdes bien abiertos, y con un brillo ¿especial? En los mismos.

- Ay, hola Thomas, buen día, me asustaste.-digo aun sensibilizada por el susto, y le brindo una amable sonrisa. El me mira fijamente, pero no me incomoda.

- Oh, no era mi intención asustarte, disculpa.- Dice un poco afligido e incomodo. En eso dirige su atención a mi tía, le sonríe y dice – Buenos días, señora Parker, que tenga un buen día.

- Buen día, Thomas, gracias e igualmente para ti. ¿Vamos Emma? – dice ella amablemente, con su amplia sonrisa de siempre, desde el asiento de conductor. Dirijo mis ojos azules a Thomas, sonrío y me despido de él. Subo al auto, me coloco el cinturón de seguridad, y nos vamos. Decido poner una estación de radio, y en eso, escucho "we are young" de Little Mix, amo esa canción y opto por dejarlo ahí, el auto se inunda con la melodía.

- Es un buen chico Thomas, no te parece- escucho decir a mi tía, rompiendo el silencio, y dirigiéndome miradas de soslayo, mientras se dirige por la carretera. Dejo de mirar la ventanilla, y le dirijo mi atención.

- Si, es buen chico.- digo sin darle tanta importancia al asunto, y sabiendo a qué lugar se dirige a esta conversación. Ella se vuelve hacia mí, mientras se detiene frente al semáforo en rojo, y noto que me mira con seriedad, y dice...

-Creo que le gustas, no, no lo creo, es así, se conocen desde pequeños, y desde allí, siempre te miro de la misma manera, cuando te ve, le brillan los ojos, y su rostro se ilumina, me parece que deberías darle una oportunidad, harían una muy linda pareja juntos, y además, el es muy atractivo. Dirijo nuevamente toda mi atención, mientras ella me mira expectante esperando mi respuesta, y vuelve a conducir.

- Es un buen chico, y también es atractivo, no lo niego, pero no lo veo de esa manera, lo veo como un buen amigo de la infancia.- digo aclarando lo que siento. O ¿eso creo? Ella decide no continuar con el tema, y continua conduciendo. Thomas es un buen chico, amable, bondadoso y amoroso con todas las personas, y es atractivo, su cabello castaño y sus ojos verdes combinados a la perfección, y a la vez su cuerpo es atlético y entrenado tres veces a la semana,algo que le da una buena musculatura, sin exageraciones, y sin dejar de  mencionar su metro ochenta de altura, que lo hacen muy atractivo y sexy,todo eso que no pase por alto,obviamente, pero por el momento no deseo estar en amoríos, la ultima vez lo pase muy mal, me pasaron cosas que no esperaba, y me hicieron ver el amor con el sexo opuesto, de otra manera, aunque debo decir que creo que el amor es muy bueno,nos hace sentir felices,  y a la vez es algo bueno para la salud, aunque pase cosas muy feas que no quisiera repetir, no pierdo la fe en el amor, siempre presiento que hay algo bueno, bien en el fondo, pero lo hay. Aunque hay personas que parecen no tener una pizca de bondad...

Y hablando de personas sin bondad... llegando a mi bendito trabajo en el local de comidas rápidas que tengo desde los dieciséis, y que aun a mis diecinueve ocupo para mis ahorros, y pretendo destinarlos para la universidad.
Me despido de mi tía, bajo del auto, y me encuentro con dicha persona en la puerta de entrada, hablando sonrientemente con mi compañero de trabajo, a quien saludo con un asentimiento de cabeza, él nota mi llegada, y me mira de la manera que sólo él sabe hacer con sus celestes ojos, acompañada de su sonrisa arrogante y dice...

-¡Hola Emma! ¿Cómo estas hoy?- le dirijo mi mirada amable y le digo con una sonrisa indiferente, algo que le molesta tanto, y que hago sin intención alguna, pero le molesta mucho y no sé porque, supongo que es porque no es la reacción que espera, acaso pretende ¿qué le conteste mal? Lamentablemente no lo hare, no soy resentida, aunque ¿debería serlo, después de lo que me hizo? No, debe haber algo bueno en el, o al menos quiero creer eso.

-Hola Nick! Muy bien, y ¿tú?- sigue mirándome fijamente, y puedo notar la molestia en su cara, ¿acaso, le molesta verme bien? ¿A qué clase de persona le gusta ver mal a los demás? Niego con la cabeza y decido entrar al lugar. El me obstruye la entrada con su cuerpo fornido,de metro noventa, y dice asqueado...

- Oh, genial muy bien-  yo le dedico una sonrisa. –Me alegro mucho por ti, ¿podrias ser tan amable y darme lugar para poder entrar?- me mira aún con cara de asqueado por mi amabilidad y mi presencia parece,, y se corre de mala gana. Paso por su lado y doy media vuelta y le digo  –Gracias,Nick . Nuevamente él dirige su atención hacia mí, y dice
– Por dios, ¿aun sigues aquí?, haz el favor de quitar tu presencia de mi vista ya suficiente tengo con trabajar aquí, y contigo. – en su voz se nota cierto desagrado y enojo por verme.
Y como es algo de todos los días,a lo que ya estoy acostumbrada, me dirijo aun más adentro del local. Todavía no puedo entender porque él es así, cuando tendría que ser al revés luego de todo lo que me hizo, ¿es normal ser bueno con alguien que te hizo mucho daño? Pues, para mi si lo es... ¿Acaso debería ser cruel y ni siquiera dirigirle una mirada? Opto por no darle importancia a mis planteos confusos, y me dispongo a comenzar a trabajar, mientras me dirijo a mi locker,a por el uniforme, saludo de paso con la mano a mis compañeros y con una amplia sonrisa.