Muñeca De Trapo [Reylo]

Capítulo XIII

Star Wars y sus personajes no son propiedad mía sino de Lucas Films, lo único de mi intelecto es la historia aquí presentada.

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Rey empezó a contar en voz alta y descubrió que su voz titubeaba, tenía miedo, y no saber a qué la ponía cada vez más ansiosa. Sostenía el sobre entre sus manos tan fuerte que si sus nudillos se viesen los tendría blancos, ¿Qué estaba ocurriendo?

– 500 – Dijo con un suspiro, como si al término de aquel conteo se pudiera liberar de un gran peso, pero solo vio su habitación oscura y vacía.

Salió con paso precavido de sus aposentos, pero después empezó a acelerar el paso, y al final terminó corriendo como si huyera de algo. No sabía dónde estaba la habitación de Tai... Varish, pero ya estaba afuera de la casa principal y el frío nocturno junto con su ropa ligera para dormir la hacían estremecerse, no estaba pensando con claridad por lo que fue a donde sus pasos la llevaban, la habitación de Jessika.

Cuando llegó a la puerta de la habitación de la chica sus nervios había aumentado considerablemente, la noche estaba tranquila y no se veía movimiento nocturno, lo que le decía que nadie sabía lo que pasaba, y eso la alteraba más. Intentó llamar a la puerta tocando suavemente pero se dio cuenta que muy apenas pudo tocar ésta, ya que sus brazos temblaban sin control.

Pasaron los segundos y nadie atendía, volvió a tocar con más insistencia pero no podía hacer mucho; su cuerpo no reaccionaba como debería y su voz ya no podía hacer más que un pequeño sonido sordo, recargó todo su cuerpo en la puerta para poder intentar hacer más ruido, y siguió golpeando tanto como podía.

– ¿Rey? – Preguntó Jessika con sorpresa cuando abrió la puerta y vio cómo su amiga se tambaleaba cuando perdió el equilibrio que tenía gracias al sostén de la puerta. Su cara rápidamente cambió a una de susto cuando vio como la chica estaba pálida y temblaba notoriamente – ¿Qué sucede? ¿Estás bien? 

Rey quería contarle todo, quería decirle lo que acababa de pasar y enseñarle el sobre que tenía en sus manos, pero no sabía que contenía éste, y prefería que lo abriera Tai... Varish y les explicara que sucedía.

– Tai-Lin...

– ¿Tai-Lin? – Preguntó Jessika entre confundida y alarmada – ¿Qué pasa con ella? ¿Está bien? ¿Necesita ayuda? 

– ¿Dónde duerme? 

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Jessika estaba asustada mientras esperaba que Tai-Lin abriera su puerta, era pasada la media noche y no sabía si la mujer tenía sueño pesado o no, pero ver a Rey temblando sin control mientras ignoraba todas sus preguntas le daba muy mal agüero. Incluso la forma de caminar de Rey no era común, era como si esperaba que no la vieran mientras hacía lo que estaba haciendo.

Al fin la mujer abrió la puerta mientras las alumbraba con una luz de vela.

– ¿Chicas? ¿Qué...? – No tuvo tiempo de continuar su pregunta ya que Rey la interrumpió al enseñarle el sobre que tenía.

– Se lo envía la señora Leia – Tai-Lin, al escuchar el nombre de la señora cambio su cara drásticamente, se asomó por afuera verificando que nadie estuviera vigilando y les dio entrada al lugar – Pasen, Nadie las ha estado siguiendo ¿Verdad? 

– No – Dijo Jessika dirigiéndole una mirada de curiosidad a Rey que aún seguía temblando, analizando acerca de que Leia estaba involucrada en aquello.

Las chicas se sentaron en la cama que estaba allí mientras la mujer cerraba la puerta con demasiada seguridad, era la primera vez que Jessika veía una puerta así, demasiado resguardada para una simple persona. Las jóvenes se quedaron calladas mientras la mayor leía la carta a toda prisa, al terminar les dirigió una cara llena de pánico.