Clarity (Paulo Dybala)

Capítulo 30

- ¡Sos un pelotudo!

- ¡Vos sos la pelotuda! ¡No parás de recordarme que tengo novia!

- ¡Porque la tienes!

- ¡Creo que lo sé!

- Vete a Italia.

- Lo haría ahora mismo, pero tengo que esperar a esta tarde.

- Pues vete de mi casa.

- También lo haría encantado, pero...

- ¿También te vas por la tarde?

- No, no me voy porque me estoy dando cuenta de que...

- Sos un idiota, al fin te das cuenta.

- ¿Te podés callar?

- ¡No! ¡Fuera de mi casa!- intenté echarlo, pero era más fuerte.- Sos...

- Guapo, inteligente, perfecto en general.- sonrió y miró directamente a mis ojos.- Dale, Tania, ¿Podés escucharme o te tengo que obligar?

- Está bien.- bufé soltándome de su agarre.

- Tania, no puedo ser tu amigo, ¿Vale? Lo siento pero no. Al principio no pasaba nada porque no estábamos tanto tiempo juntos, pero desde que Óscar empezó a ser el idiota que fue desde siempre estaba siempre contigo y te empecé a echar de menos, como al principio de nuestra relación y yo no sé qué hacer. Quiero también a Anto, pero contigo...vuelvo a sentir aquello que me hiciste sentir al principio de nuestra relación, me das ganas de volver a Argentina, de no parar de jugar a fútbol me...me estás volviendo loco.

- Paulo...No puedo volver a aquello que se rompió de aquella forma, necesito tiempo a solas y tú necesitas tiempo con Anto, tiempo en el que no esté yo. Tenés que volver a Italia, tenés que volver con ella y si nos volvemos a encontrar, decíme entonces si me seguís queriendo o no.

Sin decir nada, tan solo con una mirada triste, de decepción, se marchó de mi casa. Me quedé ahí parada hasta que escuché mi móvil sonar atrás mío y reaccioné. Era Pol.

- ¿Pol?

- Hola Tania, ¿Vienes a mi casa?

- Que directo.- reímos.- Está bien, ¿Algo importante?

- No hay nada que hacer y que yo sepa tu amado Paulo se va a Italia esta tarde, así que ven conmigo y veremos películas, llamaré a los otros luego.

- Ya...está bien.

Colgué y suspiré antes de subir las escaleras, cambiarme de ropa y salir de la casa con Lleò en brazos, sí,, llevaba un gato por la calle porque hoy estaba demasiado mimoso para dejarlo en la casa solo, me rompería todos los muebles si lo hago.

- ¡Al fin! ¿Te traes al gato?

- Sí, hoy me quiere más que nunca.- lo solté y se fue a alguna parte de la casa.- No romperá nada.

- Eso espero.- nos sentamos en el sofá.- Parecías algo apenada antes, ¿Pasó algo?

- No, ¿Por qué?

- No sé, ¿Es por qué Dybala vuelve a Italia?

- No, ¿Debería importarme que se vaya? No somos nada, él tiene novia.

- Vale, es por él.

- Que no.

- Que sí, sino no hubieras respondido así, vamos, cuéntame.- me quedé en silencio, aún no sabía si decírselo porque sé que él me daría una de sus charlas esperanzadoras.- Vamos, te apoyaré en todo.