Capítulo 13

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-Toma esta taza de chocolate caliente, te sentirás mejor-. Sousuke me ofreció algo de beber nada más salir de mi habitación tras secarme y ponerme el pijama.

Observé que él solamente llevaba una toalla en la cintura, ni me había dado cuenta que él había entrado después de mí a ducharse, y rápidamente aparté la mirada. Noté como su físico no había empeorado o por lo menos si ha habido cambios no lo he notado.

Sus ojos mostraban impaciencia, así que con una leve sonrisa la acepté. La vista se me fue hacia el hombro, el cual aún seguía rojo e hinchado. Quise preguntarle qué como estaba su lesión, pero no hacía falta, por lo que el estado hablaba por sí solo.

Le iba a decir algo, pero justo en ese momento mi teléfono móvil sonó, y Sousuke se dio la vuelta y fue a su habitación, suponía que a ponerse la ropa.

Fui en busca del aparato y lo localicé encima de la mesa del comedor. Descolgué.

-¿Diga?-. Estornudé, y casi se me derrama un poco de chocolate encima, así que lo dejé un momento en la mesa.

-¿Makoto?-. Me quedé helado... Esa voz. No podía ser, como no tenía agregado su número- ¿Te encuentras bien?

Haruka Nanase.

-E-eh sí, sí-, estaba nervioso, no supe cómo actuar, me había pillado totalmente desprevenido, no podía ser, se moría de vergüenza por no haberle llamado en las semanas que se había ido- perfectamente, ¿Y tú?

Pasaron unos incómodos segundos antes de que él contestara.

-He estado esperando tu llamada hace días, y semanas, y puedo decir meses, ni siquiera he sabido como habías llegado o si estabas bien, si no fuera por Nagisa que cada vez que habláis nos lo hecha en cara a todos... O por lo menos así me siento yo-, hizo una pausa y me callé, no sabía que responder a eso, tenía toda la razón.- Bueno, veo que estáis bien.

-¿Estáis?-. Me quedé pensando y caí en la cuenta segundos antes de que él respondiera.

-Sousuke y tú. Me lo ha dicho tanto Rin como Nagisa, saludos para él.

-Haru, lo siento por no haber llamado-. Me disculpé, no estaba completamente avergonzado. Pero es que hablar con él me podía, y sería tanto incapaz de hablar con él antes como ahora.

Bueno, me daba cuenta de una cosa ahora: yo había cambiado, sería por haber conocido a más gente, por quizás el cambio de país, por las cosas diferentes que se hacían aquí... Las circunstancias en general.

-No importa-. Silencio.

-Oye Tachibana, ¿Dónde has dejado mi ropa cuando te la quitaste?-. Sousuke me preguntó, salté sobre mí mismo. Que susto.

-Un momento Haru-. Pedí permiso, y casi pude notar como asentía.- Sousuke, está en la habitación, encima de la cómoda, métela en la lavadora, luego la pondré yo.

-Vale, gracias- iba a dirigirse hacia mi habitación y le paré para una última cosa.

-Y pregúntale a Holly que si necesita lavar algo-. Asintió. Y se dirigió sin mostrar ningún movimiento facial.

-Makoto, parece que estás ocupado, mejor cuelgo, no quiero molestaros. Me alegro de que estés bien, y que te hayas adaptado lo mejor posible. Suerte con la universidad.- oí su respiración y sabía que estaba entre molesto y preocupado.

Antes de que pudiera despedirme, colgó. Lancé el móvil al sofá y me llevé las manos a la cabeza. No podía estar pasándome eso a mí. Tenía la sensación de que acababa de perder a mi mejor amigo.

-Así que Nanase... ¿Qué se cuenta?-. Arqueó una ceja y negué con la cabeza, no quería hablar del tema, por lo que agarré la taza y le di un sorbo.- Tachibana, ¿Realmente te encuentras bien? Tienes muy mal aspecto.

-Sí.- dije secamente. No tenía ganas de hablar.

-Mentira-, se acercó a mí, a una distancia que me hizo poner nervioso, mi piel se erizó y abrí los ojos como platos-, Eh, oye tranquilo, ¿Sí?- me puso una mano en el hombro y se acercó aún más a mí, y con la otra mano me tomó la temperatura de la frente.- Estás ardiendo.

Me agarró de la mano y me guió hasta el sofá, como si yo no supiera andar por mí solo. No tuve más opción que hacerle caso cuando me dijo que no me moviera.

-Toma, póntelo- me tendió un termómetro y lo agarré y me lo puse debajo de la axila con cuidado bajo la atenta mirada de un preocupado Sousuke.- si es que no debiste de haberte movido de la universidad, podías haberme llamado para que te fuera a recoger.

-Sousuke-, Holly llamó a su novio desde el marco de la habitación, se encontraba apoyada, ya que suponía que no tendría mucha energía.

-Cielo, no te muevas, ahora voy.

-Ay, no me trates como si estuviera enferma, ya estoy bien-. Ella me miró extrañada- ¿Makoto, te encuentras bien?

¿Otra vez? Claro que sí, no me pasaba nada, solamente me estoy agobiando...

El termómetro pitó, y junto con eso mi paciencia iba disminuyendo cada vez más.

Tenía fiebre, y muy alta. Y también tenía mucho sueño.

-Voy a dormir, chicos, estoy agobiado.- me levanté de golpe del sofá y me sentí fatal, tanto que por haberme levantado tan rápido mi visión empezó a nublarse y mi cabeza daba vueltas y tenía un dolor martilleante- S-sousuke, me estoy marean-. Veía todo negro y ya ni me escuchaba a mí mismo, oía a Holly gritar como si estuviera muy lejos, sentí que tenía sueño, mucho más que antes, tanto que cerré los ojos, ya que me pesaban demasiado como para mantenerlos abiertos.

 Jugando con fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora