No confíes en mí (Fanfic Road Trip)

¿Qué puede salir mal?

Mikey y Rye ya no se dirigen la palabra.

Cada uno está sentado, solo en la esquina opuesta del comedor. Varios alumnos se les quedan mirando y susurran a sus espaldas. Hay más de un rumor circulando por todo el internado sobre la supuesta pelea.

Al parecer la nariz de Mikey no está del todo rota y Rye solo tiene el labio partido y un ojo morado. O eso es lo que le está diciendo Sara a Andy y a Brooklyn, que la escuchan, lanzándoles miradas divertidas a sus amigos de vez en cuando.

-No me puedo creer que no les hayan castigado. -dice Brook, cuando Sara termina de hablar.

-Nadie vio nada y ninguno de los dos fue a la enfermería. -sonrío disimuladamente al oír las palabras de Andy. Así que se han desinfectado las heridas a la antigua usanza.

-¿De qué te ries? -me pregunta Jack, arqueando las cejas. -¿No sabrás por qué se han peleado?

Niego con la cabeza, intentando parecer inocente.

-¿Se han peleado por ti? -fulmino a Sara con la mirada y ella se encoje en su asiento. -Se me olvidaba que estabas enfadada...

-Empezaste tú. -respondo, poniendo los ojos en blanco.

-Perdóname, Emma. -dice con cara de cachorrito. -Por favor, por favor, por favor

-Vale. -acepto y ella se levanta para abrazarme.

-Ahora que todos somos felices, -dice Andy, mirando como Sara vuelve a su sitio para después fijarse en mí. -¿vas a contarnos lo que les ha pasado a esos dos idiotas?

Sonrío por dentro, pensando en todas mis opciones. Podría decir que Mikey y Rye salieron al bosque y que los atacó un lobo y esta panda de cotillas creería todas y cada una de mis palabras.

-Son tus amigos, ¿no? -le digo a Andy y él asiente. -Pregúntaselo a ellos.

-Pero... -empieza Brooklyn, yo ya me he levantado de la mesa y me dirijo a la biblioteca.

Mikey aparece media hora después, armado con dos plumeros.

-Traigo refuerzos. -dice, haciendo una mueca de dolor cuando intenta sonreír.

-¿Te duele? -apunto a su nariz, todavía hinchada y cubierta por una venda.

-Solo cuando respiro. -me guiña un ojo y yo sonrío. -Gracias por no estar enfadada.

-Rye fue a por ti. -me encojo de hombros. -Tú solo te defendiste.

De repente me abraza y yo me quedo paralizada, sin saber como reaccionar. Las pocas veces que hemos tenido contacto físico han sido en túneles oscuros donde los dos estábamos asustados y pensando que íbamos a morir, pero ahora, su flequillo haciéndome cosquillas en la mejilla me parece lo más agradable del mundo

"No me sueltes" quiero gritarle cuando se separa. "No me sueltes nunca"

Un objeto de plástico se resbala del bolsillo de Mikey y cae al suelo, devolviéndome a la realidad. Él se agacha para recogerlo y vuelve a guardarlo rápidamente.

-Es un pen drive con los vídeos que encontramos el otro día... -me explica, en voz baja. -Hay un periodista que lleva varios años investigando este caso.-hace una pausa y traga saliva varias veces antes de seguir. -He quedado con el esta noche, en el bosque, para entregarle las pruebas y que publique un artículo.

-¿Por qué no me habías dicho nada? -susurro un poco molesta. -Voy contigo.

-No. -dice tajante. -No conocemos a ese tío, puede ser peligroso.

-Por eso deberías dejarme ir. -le quito el plumero de la mano y lo sujeto como si fuera una espada. -Si intenta atacarte yo lo noqueo con un golpe ninja.

-No tiene gracia, Emma...

-Claro que sí. -le tiembla el labio inferior y sé que es porque intenta contener la risa. Finalmente sus comisuras se curvan hacia arriba y yo sonrío, triunfal.

-Suelta eso antes de que hagas daño a alguien, pequeña ninja. -dice quitándome el plumero y sujetándolo por encima de su cabeza. Me estiro un poco para cogerlo, pero solo consigo rozar las plumas.

-¿A quien llamas pequeña? -doy un salto y consigo agarrar un extremo del plumero. Mikey tira del otro extremo, arrastrándome hacia él. Intento sujetarme a sus hombros para no perder el equilibrio, pero Mikey cae hacia atrás, llevándome con él.

-¿Qué ha pasado aquí? -Blair está en la puerta, mirándonos preocupado. El suelo, en el que nos encontramos ahora mismo, está lleno de plumas.

-¡Yo no he sido! -decimos Mikey y yo a la vez, y después nos miramos, estallando en una carcajada.

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A la hora de la cena, me siento en la mesa más cercana a la puerta, con Mikey al lado. Después de que Blair nos castigara con otra semana de limpieza, él accedió a dejarme acompañarle al bosque.

Nuestro plan es sencillo. Mikey hablará con el periodista mientras yo estoy escondida tras unos arbustos, custodiando el pen drive. Si el tipo es de fiar yo salgo y le entregamos los vídeos, y si no... bueno, no hemos aclarado esa parte, pero lo más probable es que le golpee con una piedra y nos vayamos corriendo.

 Como decía, es un plan simple, sin fisuras. ¿Qué puede salir mal?

...................

Mikey quedó con el supuesto periodista a las once.

Miro mi reloj, agachada tras los matorrales. Son casi las doce.

-¿Dónde coño está? -susurro, lo suficientemente alto como para que Mikey pueda escucharme desde su posición. Se encoje de hombros y señala con la cabeza un punto a unos metros de donde se encuentra.

-Voy a mirar por ahí. -dice alejándose. -Por si se ha perdido.

Suspiro, poniéndome de pie para sacudirme la tierra de la ropa, nunca pasa nada bueno cuando Mikey se...

-Ni se te ocurra gritar. -me susurra una voz desconocida al oído, aprentando algo metálico contra mi cuello.