61. Casa, sudor y padres.

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Sus tibias manos se encontraban sobre mis ojos, haciendo imposible tener vista alguna.


-No abras los ojos... no los abras... -me repetía él, con su dulce voz.

-Éso me dijiste hace tres segundos, Zayn -reí un poco- Aún si los abriera no hay forma alguna de que viera...

-No los abras. -repitió, y a pesar de que no lo veía, supe que sonreía.


Un año con tres meses habían pasado ya desde aquel día que significó muchas cosas, que trajo consigo cambios, algunos buenos... otros no tanto. La vida del matrimonio, y del ser humano en general nunca sería de color rosas. Momentos como este precisamente eran los que me hacían feliz, y cosas tan simples como encontrarme con la tierna imagen de Zayn Malik recostado en mi cama, un domingo por la mañana, con su característico olor a café y lavanda, era todo lo que necesitaba para sonreír y darme cuenta de que, a pesar de todo, era feliz. Era estúpidamente feliz.


-Zayn, ¿ya vas a enseñármela?

-Bien, ya llegamos -murmuró él, cauteloso. Quitó sus manos de sobre mis ojos, sin embargo éstos se mantenían cerrados, esperando que él dijera: -Listo, ábrelos.


Y así hice.

Y sonreí, al ver de lo que se convertiría mi nuevo hogar... una casa de color blanco se encontraba al frente de nosotros, no era pequeña, pero no era precisamente enorme. Lucía como una casa normal, exceptuando por su moderno estilo victoriano... era preciosa, imaginé en cómo comenzaría nuestra historia, en cómo podríamos adornarla cada navidad, en los girasoles que podrían adornar perfectamente la entrada... sonreí aún más al pensar los miles de recuerdos que crearemos en esta casa.


-Será mejor que la veamos por dentro...


Obedecí a mi esposo, por dentro era simplemente perfecta... justo como imaginé. Mucho más espacioso de lo que en realidad lucía, apenas y tenía un mueble. Supongo que Zayn pensó que yo querría ponerle nuestro estilo personal, le agradecí mentalmente por eso. Conforme íbamos caminando, no creí que mi sonrisa fuera capaz de crecer más, mucho menos mi amor por esta casa, ¡y es que era genial! ¡Incluso tenía una chimenea!

Mientras recorría cada una de las cuatro habitaciones, noté como el chico a mi lado se detenía abruptamente.


-Uhm... Bonnie... -lo miré, él se rascaba la nuca, nervioso- Yo sé que no es mucho, que no se compara con el increíble apartamento, pero no sé... es un bonito lugar, tiene un gran jardín e incluso una piscina... sé que no es una mansión pero la empresa...

-¿Estás bromeando, Zayn Malik? ¡No me importa una maldita mansión, amo nuestro hogar!


El chico moreno, ése increíblemente inseguro y tímido algunas veces, sonrió abiertamente, y todo lo que hizo fue abrazarme.

Me besó una vez, y luego otra, y luego otra, y luego tantas veces que perdí la noción.


-Amor, me encantaría seguir probando tus labios pero, necesito cerrar con todo este papeleo de nueva casa.

-Bien -sonreí- Seguiré explorando.


Él asintió y se perdió de mi vista, todo lo que hice fue caminar por el resto del lugar. Había un bonito sitio para hacer una biblioteca, e incluso noté que la cocina era más espaciosa de lo normal, mamá se volverá loca, con todas esas recetas de Tasty que seguro querrá probar.

Enamorando a Verónica → zaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora