9. Influencias

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Ahora ya sabíamos que el juego iba en serio y en su forma más macabra,pocos minutos antes Bellatrix había matado al alcalde, y despues el mismísimo Voldemort asesinó a Umbridge. Y ya nos llevaban camino a la salida del distrito, no usaban en nosotros la maldición imperius sino que cada uno llevaba a un mortífago por escolta, yo por supuesto tenía a Bellatrix respirando en mi nuca, y aparte habían desarrollado un nuevo hechizo que aún no conocía, que sólo hacia que las varitas no pudieran producir magia. El hechizo no tenía efecto en la batalla pero si como medida restrictiva.

Caminamos un largo rato, hasta que llegamos a la puerta del distrito, me impresione, había al menos un centenar de mortífagos esperando por Voldemort, ambas puertas estaban desprendidas del marco y cada una descansaba a cada lado de la calle principal. Al final de la misma, todos los mortífagos estaban eufóricos, gritaban, y se reían muy fuertemente, por el otro lado yo estaba tanto impactado como aterrado, no podía creer que después de unas cuantas noches de luchar por salvarnos, al final el distrito quedó completamente sometido al poder oscuro.

- Muévete bastardo - Dijo Bellatrix en mi oreja, me sorprendió que no me golpeara o me echara la maldición cruciatus.

No espete palabra, yo estaba en desventaja y a la primera insolencia me iban a hacer algo para que me arrepintiera. Solo quería a Lily a mi lado, para protegerla de cualquiera que venga a hacerle daño, pero no, ella estaba justo a mi lado con el mortífago más corpulento, Rowle, detrás de ella, el tipo le agarraba el brazo tan fuerte que sus nudillos se tornaron blancos.

Supongo que iríamos de distrito en distrito buscando a los demás mortífagos y tributos para luego atacar el capitolio, o tal vez nos esperaban allá para terminar con lo que ya había comenzado. Ya en esta comitiva no había nadie extraño al grupo excepto por los tributos, que son los aspirantes a mortífagos, así que la situación me causó pánico. Estaba, prácticamente siendo secuestrado por Voldemort y llevado a la posibilidad de morir en una batalla sin significado.

- Mi señor, cuales son sus ordenes para el camino? - Pregunto Finnick que había salido de la nada.

- Tomen cada uno sus escobas, para los tributos usaremos los thestrals, son invisibles y pueden ir dos personas en su lomo - Respondió el señor tenebroso.

- Perfecto! - Se quejó Bellatrix - Tengo que ir con esta cucaracha en este viaje - Y me lanzó una mirada asesina y llena de veneno.

- No te preocupes Bella, podrás cobrartelas en el capitolio. Ya están preparando todo para los juegos, que empezarán más o menos en un mes. Y antes de eso le tengo un pequeño regalo al presidente Dumbledore - Dijo Voldemort riéndose, sus seguidores le imitaron y luego hicieron silencio en respuesta a un ademán de su señor.

Los thestrals y escobas se elevaron en el aire, sobrevolando el distrito lleno de incendios y justo en su centro lucia la bandera de Voldemort, con la marca tenebrosa. Sentí nostalgia, dejaba atrás mi hogar, y con el quedaba la única familia que me quedaba, Sirius me dio un mensaje de despedida que aún llevo en mi mente, y luego estaban Regulus y Lucretia, otro hermano y una figura materna que me dieron todo lo que pudieron y mucho más. Ellos quedaban a merced de cualquier tipo de amenazas que los mortífagos podrían planear o incluso causar. Me imaginaba a muchos mortífagos tomando el lugar de los agentes de la paz pero todo lo contrario de estos.

Luego vino una gran extensión de bosques, vi varios hipogrifos volando, algunos se nivelaban a nosotros y nos acompañaban durante un largo rato, yo sabía que Bellatrix no haría nada en su contra porque ella los amaba, ellos eran su obsesión, de hecho, quede confundido de que no volaramos en uno. Después volvimos a quedar solos, hacia frío, subí la mirada a las nubes y quede impresionado, aquello parecía un enjambre de abejas, los mortífagos estaban repartidos por el cielo, vi unos thestrals uniéndose y supuse que serían tributos de otros distritos.

Los Dias OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora