—Es muy tarde, ya duérmete —dice mamá entrando a mi habitación.
—Ya sé, solo quiero terminar de escribir este capítulo —respondo dedicándole una sonrisa, de esas que llevo practicando toda la vida. Cuando eres la menor de cinco hermanas aprendes un par de trucos.
—Bueno, pero intenta que no sea mucho tiempo. —Cierra la puerta y yo vuelvo a mi trabajo.
Casidy corría, intentado escapar de la ira de Merlina. El cielo se tornó negro y unos rayos comenzaron a caer por doquier. Casidy buscaba refugio cuando sintió una mano sobre su brazo, alguien tiró de ella para meterla a una extraña cueva. Ella estaba tan asustada que los gritos se ahogaban en su garganta.
—Eso es ridículo.
— ¡No es ridículo! —Esperen. ¿Quién dijo eso?, el sueño de verdad me está afectando.
— Sí que es ridículo, yo debería poder gritar. ¿Qué tal si se trata de un violador?
—Tú... —es todo lo que puedo decir. Estoy espantada, muy espantada. Más espantada que en un examen de contabilidad.
—Sí. Yo, Casidy. Deberías reconocer al personaje que tú creaste. —Pellizco su mejilla para asegurarme de que es real.
— ¡Auch! —se queja frotando su mejilla.
—Ok. —Me levanto de mi cama—. Esto es raro, creo que ya me volví loca —digo poniendo una mano en mi frente. No tengo fiebre, así que, descarto las alucinaciones.
—Y eso que no nos has visto a todos. —Escucho otra voz.
El chico es idéntico al modelo de la peluquería de quien tomé los rasgos para crear al protagonista de la historia.
—Gran momento para aparecer, Leo —estoy en medio de un ataque de pánico, pero aun así reconozco el sarcasmo de Casidy.
—Pero es que te tardas siglos —contesta él—. ¿Cómo se te ocurrió ponerme de pareja a esta pesada? —me reclama—. Todo el tiempo se la pasa llorando, siendo secuestrada o viendo su reflejo.
—Me encantaría contestar a esa pregunta, pero antes... ¡Explíquenme qué hacen aquí! —trato de controlarme, puede que en cualquier momento despierte y todo se haya ido.
—Sabía que estaba olvidando algo. —Casidy saca una hoja de papel de su bolsillo, se aclara la garganta y dice: —«Nosotros; los personajes de Legend, queremos hacer una petición a la escritora, mejor conocida como Maritere. No estamos de acuerdo con varios de los sucesos de esta historia y pedimos la libertad para cambiarlos».
— ¡Pueden entrar! —grita Leo.
— ¡No, no pueden! —contradigo, no sé quiénes sean, pero ya somos muchos aquí.
Comienzo a escuchar muchos ruidos, la ventana se abre y veo entrar uno por uno a los personajes de la historia que estaba escribiendo hace unos minutos.
Reconozco a cada uno de ellos, son justo como los describí en la historia. Siento una mezcla de miedo y emoción. Quiero salir corriendo y a la vez quiero ir por mi cámara y tomarles una foto.
—Bien... ¿Qué es lo que no les parece? —cuestiono viéndolos a todos. No pienso perder mi tiempo tratando de entender cómo se supone que ocurrió esto.
—Yo no quiero pasar el resto de mi vida junto a esta niña mimada —Leo es el primero en hablar. Y comienzo a entenderlo, Casidy es un dolor de cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Legend: Una historia fuera de control
Short StoryLos personajes de un libro están hartos y deciden amotinarse contra su autora. Una historia pequeña historia de humor.