Primer día de clases.
Básicamente...
Había creído en su promesa la primera vez.
En un día lleno de relámpagos, su madre y él llegaron a nuestra casa hace años. La primera vez que mi madre y su madre tomaban una taza de café juntas. Aquélla vez, puedo recordarlo bien, porque fue la primera vez que nos hablamos los dos. Fue un día antes de entrar a la primaria. Llevaba un abrigo súper largo, le llegaba a las rodilla. Conjunto con unos jeans un poco guangos y un gorro de colores. Se veía estúpido, pero un estúpido lindo.
Mi madre y la Sra. Wolfhard habían pasado a la cocina mientras que los dos pasábamos a mi cuarto a jugar con los lego que mi madre me había regalado la navidad pasada. Lamentablemente, Finn y yo nunca llegamos a entablar alguna conversación que nos convierta en amigos, pero, de algo que sí estaba muy segura, era de lo que él me había dicho ese día lleno de relámpagos.
—Mañana será difícil y ni siquiera conocemos a nadie, estaremos solos.
Dije yo.
—Oye ¿Y si los dos somos amigos de aquí en adelante?De esa forma no estaremos solos nunca los dos, nos tendremos el uno al otro...
Dijo Él.
El hecho aquí, es que al día siguiente, él no cumplió su promesa y cuando me dí cuenta; Finn ya tenía amigos, incluso algunos le rogaban que fuera su amigo. Finn Wolfhard estaba rodeado de amigos... ¿Y yo? Yo me tenía que conformar con llevar mi comida.
Me sequé la boca y apagué la luz del baño, caminé directamente hacía mi mochila para verificar que tenía todos los útiles adecuados en mi mochila: Español, Matemáticas, Física... ¡Esperen! Corrí rápidamente hacía mi pequeño mueble de noche, saqué mi libreta azul. La aguardé y salí de mi habitación, directo al auto de mi padre que esperaba abajo.
A pesar de que los seres humanos vivimos una serie de cosas que nos debemos acostumbrar... Era inevitable. Sentía que cada vez los fríos eran más violentos y las tazas de café no lo podían solucionar siempre. Caminé directo a la entrada de la escuela, aferrada a la idea de llegar a ver a alguna amiga o amigo que me estuviera esperando.
A pesar de que aquél primer día en que Finn prometió estar conmigo y me quedé sola, no fue el hecho de que me quedará sola por siempre. Hice amigos a lo largo de los años, igual de raros que yo: Robbie y Ewry. Eramos el tipo de amigos que solo se la pasaban hablando de anime y mangas. Básicamente esa era nuestra vida.
Al entrar al plantel, estaba rodeada de nuevos alumnos que pertenecían al primer grado y algunos nuevos, me imaginó. Empecé a buscar con la mirada a los dos shanks de mis amigos, pero no podía con todos. Alzaba de mi cuellos para mirar mejor mientras que caminaba, sin saber que chocaría hasta que... Choqué.
Choqué con lo que era mi objetivo.
Choqué con Finn Wolfhard.
Nuestros cuerpos quedaron juntos al momento del impacto pero traspasar el tiempo se separaron y quedamos a medio metro de distancia. Los dos quedamos estupefactos al principio, pero después nos dimos cuenta que eramos nosotros, que nos solíamos conocer, entre comillas. Finn sonrió, pero no una sonrisa radiante, se podría decir que una media sonrisa sin alguna importancia como si fuera algo normal. Mientras que yo, sentía que mi mundo era iluminada por un rayo de sol...
—Oh, lo siento... ¿Millie? ¿Cierto?
Rayos.
Era tan estúpido que ni siquiera de acordaba de mi nombre ¿Cómo era eso posible? Solté un suspiro y traté de actuar con naturalidad, sí a eso se le podía decir, porque mi corazón latía demasiado.
—Sí, soy Millie.
—Nuevamente me disculpo, iba un poco distraído y, ya sabes ¿No? Eso pasa por estar pensando en alguien o buscando. Aunque, tú también buscabas a alguien ¿Cierto?
Pensando en alguien.
Buscando a alguien.
¿Acaso en la persona que Finn ''Pensaba'' y ''buscaba'', era una chica?
Asentí con la cabeza.
—Acertaste, Wolfhard.
Soltó una carcajada, yo no hice nada ¿Qué podía hacer?
¿También debería reír, sonreír o gritarle?
—Bueno, me tengo que ir, adiós Millie.
Me dio una pequeña palmada en el hombro y se fue a buscar a esa persona. Mientras que yo, me quedaba parada allí sin saber quehacer y como reaccionar, me quedé analizando los últimos minutos más difíciles de mi vida con Finn. Noté que yo no dije casi nada y él, me daba explicaciones. Cerré los ojos y negué con la cabeza, tenía que poner en marcha mi paso número uno.
Empecé a caminar, tratando de ignorar a mi alrededor y buscar a mis amigos, dando vueltas de un lado a otro hasta que me topé con la imagen más desagradable de mi vida.
Finn estaba con una chica, abrazados. Uno de esos abrazos de cuando extrañas a una persona...
—¡Oye, Millie!
Escuché un gritó detrás de mis espaldas, hice caso omiso y me encontré con Robbie.
Sin estar del todo bien, corrí y lo abracé. Con tanta intensidad y dolor como lo hacía Finn.
Tan sólo esperaba que Finn me mirará como yo lo miraba con aquélla chica, que le dé celos como yo sentía.
Que me quiera, como yo lo quería a él.
Aunque eso, era imposible.
Consejo Número Uno:
Trata de toparte con tu crush.
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Fillie || ¿Cómo conquistar a tu Crush?
Fanfiction¿Cansada de que tu crush no te preste atención? ¿Cansada de saber que él no sabe de tu existencia? Todos tenemos ese problema, es normal, no te preocupes... Te doy la bienvenida al manual de ¿Cómo conquistar a tu crush? Con los conej...