Que sé yo, si no sé nada.
Si ni siquiera soy capaz de verle el sentido a la vida, y es que creo que no lo tiene, sino que somos nosotros mismos los que tenemos que dárselo.
Desde mi ignorancia puedo asegurar que nada es seguro.Puedo asegurar que de todos los amores de nuestra vida, sólo uno será el verdadero, y quizá un par o tres de ellos serán correspondidos. Que Romeo y Julieta son la excepción y no la regla.
No podemos llamar amigo a la primera persona que nos dedique una sonrisa, ni podemos confiar en la primera que nos llene los oídos de palabras bonitas. Y de los que sí pueden ser llamados de ese modo, con los dedos de la mano pueden contarse los que terminaremos considerando verdaderos, que de cinco, perderemos a dos, a los que les fallaremos y nos fallarán. Y de los tres que nos quedarán, dos serán de la infancia y el tercero llegará con nuestra madurez. La vida no sólo se trata de ser buen amigo, sino también de rodearse de personas que estén dispuestas a serlo.
Puedo decir que nacemos buscando la felicidad, y muchos moriremos haciéndolo, nos harán daño, y haremos daño, y muchas veces, las heridas serán tan profundas que años y años después las cicatrices se abrirán y recordaremos todo aquello que tanto daño nos ha hecho y tantas lágrimas nos ha robado. Puedo llegar a la conclusión, de que hay heridas que nunca cicatrizan del todo.
Que en la búsqueda de la felicidad, la mayoría de las veces, nuestros propios demonios serán los que nos encierren en la oscuridad y nos lancen piedras en el camino.
Sé también, que detrás de la más bonita de las sonrisas, se encuentra la más rota de las personas.
Y en estos últimos años, he podido confirmar que habrá personas que nos marcarán de una manera, que ni siquiera ellos mismos se imaginan.
Y eso último, puedo dedicartelo a ti, a mi único amor verdadero, que me ha regalado millones de sonrisas y también me las ha robado, que quizá no me durarás para siempre, pero el primer amor nunca se olvida, menos, si estoy dispuesta a pasarme el resto de mi vida intentando encontrar a alguien capaz de igualarte. Y puede que no encuentre nunca la felicidad, porque mi felicidad está a tu lado. Y por último, chica de la sonrisa rota, sólo quería decirte, que gracias por salvarme, y por dejarme disfrutar estos dos últimos años a tu lado.
Aquí se despide, un corazón que late por otro.
-iris
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LO POCO QUE SÉ DE LA VIDA
Short StoryParecerá que haya vivido cincuenta años, lo cierto es que llegué al mundo hace dieciséis años.